El diputado Luis Gallo, de la Comisión de Deportes de la Cámara de Representantes en Uruguay, está mediando en el conflicto.
Las autoridades políticas del Uruguay se encuentran mediando en un conflicto que divide al sindicato de jugadores profesionales y que amenaza con dejar sin futbol a los uruguayos el fin de semana.
"Esto nos empieza a preocupar cuando se paraliza el futbol, que es un movimiento social y deportivo muy importante. Es una industria sin chimenea: de ella viven periodistas, futbolistas y todo lo que se comercializa el futbol todos los fines de semana", dijo el jueves a la prensa el diputado Luis Gallo, de la Comisión de Deportes de la Cámara de Representes, que está mediando en el conflicto.
Un grupo informal de futbolistas agrupados bajo el lema "Más unidos que nunca", con amplio respaldo en los planteles de primera división, decretó una huelga hasta tanto la directiva del sindicato de futbolistas no convoque a una asamblea de socios que decida si la respalda o revoca su mandato.
Hasta ahora, la directiva de la Mutual Uruguaya de Futbolistas profesionales, presidida por el futbolista retirado Enrique Saravia, se ha negado a convocar a tal asamblea.
La mediación política busca acercar a las partes y destrabar el conflicto que acapara la atención de la prensa y las redes sociales, en un país futbolero como pocos.
"Más unidos que nunca" tiene el respaldo de los principales jugadores de la selección, como el capitán Diego Godín y el goleador Luis Suárez. "Siempre respaldando las decisiones de ustedes y con argumentos. Siempre con ustedes y ahora más unidos que nunca", escribió Suárez en su cuenta de Twitter.
El grupo "Más unidos que nunca" tuvo en 2016 un enfrentamiento con la Mutual por un contrato que su directiva del sindicato había firmado con la empresa Tenfield, del poderoso contratista y empresario Francisco "Paco" Casal, otorgándole los derechos de imágenes de los futbolistas.
La actual directiva de la Mutual fue la que en diciembre de 2013 presentó una denuncia penal por corrupción y lavado de dinero en contra de las autoridades de la Conmebol por manejos turbios en el manejo de sus contratos de televisión.
Por esa denuncia, el expresidente de la Conmebol y vicepresidente de FIFA Eugenio Figueredo fue condenado por estafa y lavado de dinero y guarda hoy prisión domiciliaria en Uruguay.
