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Depresión de grasa en leche. Un problema común en los hatos de la Comarca Lagunera

La depresión de grasa en leche es un fenómeno que sucede con frecuencia en los hatos de la Comarca Lagunera con afectación económica a los productores, ya que de no cumplir con un mínimo establecido en el porcentaje de grasa por la planta pasteurizadora, el precio de la leche sufre un castigo que demerita la rentabilidad del establo. Esta depresión de grasa tiene varias causas que pueden ser aisladas o conjugarse más de una de estas causas, acentuando la problemática; dentro de esta diversidad de causas podemos hacer una primera gran separación en nutricionales y no nutricionales.

Las causas no nutricionales podemos enlistar la época del año, ya que este problema es más común durante el verano, el estrés que sufre la vaca durante esta temporada tiene un efecto sobre la producción de grasa en la leche. Otra causa no nutricional es como tenemos estructurado el hato productor, si dentro de la dinámica del número de partos estos son muy numerosos en un periodo de tiempo corto, el porcentaje de grasa se verá incrementado, ya que las vacas recién paridas inician con un muy elevado porcentaje de grasa, que irá disminuyendo hasta llegar a su punto más bajo que sucede alrededor de los 50 días posteriores del parto donde se mantendrá en ese nivel por alrededor de 100 días, para posteriormente ir subiendo conforme baja la producción de leche en su ciclo natural de la lactancia. La tercera causa que podría mencionar como no nutricional es el tamaño de partícula con la que presentamos nuestros forrajes en la dieta totalmente mezclada y la tosquedad que estos tienen; para determinar esto podemos echar mano de una herramienta como las cajas diseñadas por la Universidad Estatal de Pennsylvania, que nos permite ver el porcentaje de los tres diferentes tamaños de partículas los cuales tienen un efecto sobre su tiempo de estadío en el rumen y en la estimulación de la rumia, la cual es un factor de vital importancia para la producción de grasa en leche.

Las causas nutricionales, o de formulación de raciones son más extensas pero dentro de cierta forma mucho más controlables, la primera que haré mención es el porcentaje de forraje contenido en la dieta, aquí muchos confunden lo que es el forraje, ya que dentro de este término de forraje consideran cascarillas, la pulpa de betabel o remolacha y la semilla de algodón, el forraje solamente es nuestros ensilajes, henos y pajas, los otros ingredientes pueden ser excelentes aportes de fibras pero no son forraje. Una dieta debe contener un mínimo de 40% de forraje, y que este tenga los tamaños necesarios y tosquedad requerida. De manera conjunta la falta de forraje conlleva a excedernos en el porcentaje de granos, lo cual produce una fermentación muy activa favoreciendo un patrón de fermentación que conlleva a un proceso patológico en la vaca conocido como acidosis ruminal subaguda que como resultado da una depresión de grasa en leche, para aminorar esta condición es común que los productores adicionen bicarbonato de sodio o alguna mezcla bufferizante, pero la vaca produce una gran cantidad de bicarbonato de sodio en la saliva, pero para incrementar la cantidad de saliva producida es necesaria la rumia, y por lo tanto el porcentaje de forraje y tosquedad del mismo es un punto fundamental. El exceso de granos suministrados no permiten otro punto de consideración importante que es el incremento de grasas provenientes de estos granos, las cuales corrompen la fermentación de las fibras en el rumen de la vaca produciendo unos compuestos grasos que paradójicamente son depresoras de la grasa en leche, en conjunto estas grasas depresoras también pueden estar contenidas en algunos forrajes tales como los pastos cultivados en invierno como el rye grass.

Otro punto que debe ser considerado para esta problemática de depresión de grasa es la contaminación de hongos y levaduras en el alimento, ya que los hongos producen sustancias que pueden tener un efecto nocivo en la población de bacterias en el rumen alterando la población de estas y produciendo una fermentación aberrante y con esto no favorecer la producción de grasa en la leche. Las levaduras son productos que fermentan y si el alimento está muy contaminado con estos organismos alteraran la fermentación y de igual forma deprimiendo la producción de grasa.

En resumen podemos concluir que la depresión de grasa es multifactorial, que no es la misma causa para todos ni la combinación de factores es fácil de determinar, es por eso que siempre se debe acudir a un especialista que pueda ayudar por medo de una formación científica nos permita evaluar y resolver este problema.

Este complejo tema será tratado ampliamente durante el 17.° Congreso Internacional de MVZ Especialistas en Bovinos los días 8, 9, y 10 de noviembre. El Dr. Tom Jenkins dirigió el programa de investigación sobre el uso de grasas en las dietas, incluyendo el trabajo básico sobre el metabolismo lipídico del rumen, nos explicara en su ponencia magistral todo lo relacionado con el tema. De igual manera se organizara una mesa redonda sobre este problema el jueves 9 de Noviembre en el marco del congreso, organizado por All tech de México en el que tendrán participación los especialistas de la nutrición; Dr. Martin John Traxler, Ing. Martin Candelas, y su servidor Dr. Nicolás Arias Villegas. El Ing. Alfonso Nava fungirá como moderador y el Ing. Moisés Sarmiento Rosales complementara esta mesa redonda que promete ser muy exitosa.

E-mail [email protected] www.amveblaguna.com.mx

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