Complicado. Las tensiones van en aumento en algunos de los campamentos implementados en el Istmo del Tehuantepec.
A un mes del sismo de magnitud 8.2, en 41 municipios del Istmo de Tehuantepec crecen las disputas por lograr un campamento seguro y obtener víveres.
La mayoría de la población continúa a la intemperie, lo cual ha provocado conflictos por conseguir una lona, casas de campaña o catres para dormir en las calles por temor a las réplicas del sismo.
Los vecinos pelean por despensas, utensilios domésticos o ropa donada que llega a los albergues o colonias marginadas.
De campamento en campamento, los niños corren la voz sobre los tráileres con despensas, cobijas o pañales que llegan a La Gustavo Pineda, La Séptima o La Segunda Sección.
Cuando llega el mensaje, las mujeres apartan el día y la hora para acudir al lugar con la esperanza de encontrar algún producto que les llene el vacío que les dejó perder su patrimonio el 7 de septiembre.
Igual como corre el aviso sobre el arribo de víveres, también surge la información de pleitos por las donaciones.
Damnificadas que viven en el Centro Recreativo Infantil atestiguaron un zafarrancho entre habitantes del lugar, quienes de madrugada, con machete en mano, pelearon las despensas que el Ejército llevó al refugio.
"Las mujeres se llevaron las latas de leche en polvo. Eran latas grandes que nos habían dado a nosotras. Sacaron todo y se fueron a formar otro albergue aquí al lado", contó Karina Valdivieso, afectada quien vio el conflicto.
Las peleas también se dan por quién quedó registrado en los programas que promueve el Gobierno federal y estatal, así como por la entrega de los apoyos del programa de empleo temporal y para construir hornos de pan y de totopos.
