El trabajo como editor de la sección de Deportes de un diario se vuelve complicado cuando el equipo más popular de casa suma partidos sin ganar.
Y es que, al leer la nota que mandó nuestro reportero del encuentro entre Santos y Puebla, tuve la sensación de que no decía nada. Pero la nota no traía ningún error, estaba completa... ¡es que no pasó nada en el partido! No había mucho qué decir.
Santos Laguna llegó a siete encuentros sin ganar en el estadio Corona (en Liga), no lo hace desde el pasado 23 de abril (torneo pasado) cuando derrotó a las Águilas del América. Desde entonces, los aficionados no han podido celebrar algo en el moderno TSM.
Y mientras su presidente se pasea de set en set de televisoras internacionales, resolviendo dudas sobre cómo decidieron que Televisa y TV Azteca mantengan las transmisiones de la Selección Mexicana, el equipo lagunero ve alejarse jornada a jornada las posibilidades de liguilla.
Pero como dice mi amigo Alejandro Tovar, ahorita la prioridad no es pensar en liguilla, sino voltear a la tabla por el no descenso, donde el equipo guerrero se asoma lentamente.
Que Irarragorri resuelva lo que tenga que resolver a nivel nacional; en casa tiene a la gente necesaria para sacar el barco a flote. Lo que falta, quizá, es recuperar la confianza, como dice el entrenador Siboldi; en los minutos finales del partido contra La Franja nadie se animaba a disparar de fuera del área. Centros predecibles, como para solo deshacerse del balón y pasar la responsabilidad a otro.
Lozano las intenta, pero no le salen. Jonathan Rodríguez perdió la "Cabecita" quién sabe donde. Djaniny corre y le mete enjundia, pero no le alcanza para terminar los partidos.
Y ahora, ¿quién podrá ayudarlos?
A Santos la falta un líder. Jonathan Orozco no ha sido lo que se esperaba, ni en lo anímico ni en lo deportivo. "Cali" está de vuelta. Pero a este equipo le falta espíritu.
Me preguntan los estudiantes si le alcanzará al Santos para entrar a la liguilla. Se contestan solos argumentando "¿y liguilla 'para qué'?". Se les olvida que ya consiguieron un campeonato entrando en las últimas jornadas y casi de rebote.
Lo cierto es que matemáticamente la calificación es posible, aunque por probabilidad, Santos ya debe ir pensando en el armarse bien para el próximo torneo.
El domingo pasado, llegó un equipo hecho de "retazos" para robarle un punto, o impedirle que los Guerreros se quedaran con dos más; si no pudieron vencer al último lugar de la tabla, ¿a quién le van a ganar?
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