Puro poder. La agrupación Dissident se encargó de cerrar la cuarta edición del Dihablo Fest. (EDUARDO SEPÚLVEDA)
Desde Ciudad Juárez hasta Saltillo, el 'heavy music' se dejó sentir en la La Laguna con la cuarta edición del Dihablo Fest, celebrada el pasado fin de semana.
Noche de rock e inspiración, de amigos y convivencia, de diabólicos riffs y metal de muerte. El Fin del Mundo no llegó, en cambio, en conocido centro de entretenimiento en Torreón, a escasos metros de la Plaza Mayor, se desarrolló la fiesta infernal por tradición en la Comarca.
CARTEL COMPLETO
Las seis bandas invitadas en esta ocasión acudieron puntuales a la cita, comenzando con Aquerontte, agrupación lagunera con poco tiempo en la escena de la región, levantando el estandarte del 'heavy metal'.
El ligero retraso en el inicio del recital benefició para que más personas llegaron al lugar de los hechos y los laguneros comenzaran su presentación.
Seguidos de ellos aparecieron Legolas, banda de mucha trayectoria en la Comarca. De entre su amplio repertorio, no dejaron de tocar City of God, original de Sodom, con lo que casi ponen de cabeza el lugar.
Para continuar apareción Sumerion, quienes están en plena preparación de su álbum y pudieron mostrar todo su potencial sobre el escenario.
Jesús Reveles y sus secuaces hicieron de las suyas y dejaron calientito el escenario para darle paso a una de las bandas invitadas de Saltillo, Misa Vennena.
Los de la capital del estado estrenaron máscaras en su indumentaria y por fin pudieron sentir el calor de la Comarca, a lo que respondieron con fusión de ritmos e influencias. En una de esas, hasta un tema de Stone Temple Pilots se dieron tiempo de interpretar, Crackerman.
La adrenalina cambió de tono cuando al escenario subió Resurrect, quienes viajaron desde una noche anterior de Ciudad Juárez para presentar Gods Regrets, su más reciente producción.
"Teníamos una espinita clavada en La Laguna y por fin pudimos sacarla", comentaron al final del evento, una vez que habían dejado una estela mortífera con su música lúgubre y directa.
"La gente respondió muy bien, sabíamos que hay muy buena escena en La Laguna y por fin pudimos constatarlo", comentaron. "Ojalá podamos regresar pronto".
Para cerrar la noche con broche de oro, apareció Dissident, quienes ya habían estado presentes en la edición de 2015 del Dihablo Fest.
En esta ocasión, los de Saltillo sumaron un integrante a la alineación, Hugo Godin, en el bajo.
Dissident se encargó de ponerle ese sello potente al final a un festival del 'underground' que convoca a los aficionados al metal en la región. Incluso, en esta ocasión vinieron personas de Durango, Monterrey y Saltillo como espectadores, a disfrutar de un conjunto de bandas de talentosos músicos mexicanos.
La noche transcurrió sin mayores incidentes, con la colaboración de un público que responde a los espectáculos de bandas que tengan algo que aportar.
En el ambiente, soplaba un viento refrescante en medio de una noche del mal.
Noche de 'heavy music'
Inició 10 minutos antes de las 9:00 de la noche.
Se presentaron tres bandas de la región Lagunera, dos de Saltillo y una de Ciudad Juárez.
Se trató de la cuarta edición del festival para conmemorar un año más de la columna Voz del Dihablo.
Para 2018, ya comienzan a sonar posibles bandas invitadas.
