El Señor hizo al búho.
Le dijo:
-Serás un ave silenciosa.
Respondió el búho:
-Hablas demasiado.
El búho, en efecto, mira y oye, pero calla. Por eso el sapiente vate lo llamó sapiente.
Yo pienso que el Creador creó al búho como lección para nosotros los humanos. Sin palabras ese silente pájaro nos enseña a callar y oír.
Aprendamos del búho.
(El búho se vuelve hacia mí y me dice: "Hablas demasiado").
¡Hasta mañana!...