Andan a la “greña” los panistas,
en su ambición por el poder;
De sus pleitos dejan varias pistas
que con claridad se pueden ver.
Se pelean en los restaurantes,
de su partido son militantes;
Y se dicen claras las “verdades”
con señales y obscenidades.
El ofendido pone denuncia penal;
Exige que el ofensor renuncie al cargo
que tiene como secretario general,
diciendo que se fue grande y largo.
Es que el 18, año político, viene;
Desde ahora pelean posiciones
para tener lo que cada uno tiene,
en lograrlo no ponen condiciones.
La gente los ve pelear y se ríe;
Sabe que son convenencieros,
que no hay principio que los guíe
¡Pues en política no hay sinceros!