Había dicho el joven capitalino Riestra que el técnico De la Torre estaba seguro en su puesto y con molestia recriminó a los medios "las especulaciones" hace apenas unos días. Sin embargo, el futbol no deja de dar vueltas y la toma de las decisiones se agolpan de pronto cuando la lumbre viene de la mano con la incertidumbre y los abucheos reiterados, la escasa producción y el futuro se complica, mientras los hombres de la cancha siguen huyendo de sus responsabilidades.
Porque está claro, en este juego maravilla, los directivos, los seguidores del pueblo, los árbitros, los medios y los técnicos, no juegan, el futbol solamente pasa por los jugadores y algo sucede en comunicación porque no aparecen para dar versiones que ellos solamente tienen. Hay quienes como los hoy tan limitados Rodríguez y Tabares le esconden figura a Las cámaras, pues en general la tropilla extranjera, salvo Izquierdoz y en menor nivel, Osvaldo, han sacado cara, porque Armenteros tiene rendimiento mínimo, nada por encima de los locales y deben hacer diferencia.
Para Juvenal la mayor desdicha de la pobreza es que hace ridículos a los hombres y cuando los técnicos andan buscando excusas en el entorno, sin reconocer primero la ineptitud de sus jugadores, cuando éstos como Jonathan y Martínez se enfrascan en una triste exhibición de insultos con la tribuna azul, siendo filmados y exhibidos en redes, cuando las puertas se cierran a los medios, como guardando secretos de guerra, cuando las declaraciones son de los no protagonistas, de los no solicitados en la calentura, cuando solo el capitán pide tregua a la gente tan molesta, es que el proceso de crisis no están siendo manejado con eficiencia por Mr. Riestra.
Santos pasó de la ilusión al desencanto en poco tiempo, es un grupo a quienes estremece un pánico como de ratones de laboratorio en un laberinto, en el que no tienen ninguna pista que permita guiarse, mientras su afición suele viajar a menudo, porque es inevitable, a las comparaciones, con las imágenes que te llevan siempre a la belleza del excitante pasado.
Bajo los acordes de una musiquilla enferma, quien tome la dirección ahora mismo entrará a vivir un reto de locos en una semana de locura, con un equilibrio precario y con fecha de caducidad pues la gente irá a la cancha con velas que arden por los dos extremos y que no duran mucho pero dan luz extraordinaria; es decir, apoyará por amor pero tiene la paciencia limitada.
En este tiempo, cuando la disidencia y la rebeldía son ya carta de identidad del pueblo, ante lo mal que se ha jugado, ante la reiteración de la ineficacia y ante la mirada hacia el abismo, pues el dilema de los porcentajes ya toca a la puerta, hace falta un golpe de timón decisivo, dejando quienes deben hacerlo su aislamiento y su mundo personal que no comparten con nadie, acercando a la gente, integrando a los medios con humildad, solicitando la unificación y las últimas dosis de paciencia, hablando y mirando de frente, aceptando el riesgo pero convocando al corazón del poder moral que aún le sobra al pueblo, orgulloso sucesor del indio Mayra, porque esta gente ama a su equipo pero necesita de las palabras adecuadas, sinceras, claras y humildes.
