Reunión. Rajoy se reunió con el venezolano Julio Borges. (EFE)
La tensa relación del Gobierno venezolano y los líderes europeos vive ayer un nuevo capítulo tras el recibimiento que los Gobiernos de España y Francia dieron a dos diputados opositores y luego de que varios países de la región condenaran la prohibición de salida de Venezuela de Lilian Tintori.
Desde que los órganos de seguridad y de justicia venezolanos decidieron prohibir a Tintori, esposa del líder Leopoldo López, salir del país a razón de una investigación en su contra, la Cancillería del país petrolero no ha dejado de rechazar todos los pronunciamientos de condena surgidos hasta ahora.
El Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo formal su molestia y entregó el pasado lunes notas de protestas a Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido por sus opiniones durante el fin de semana.
Sin embargo la oposición no ha detenido su agenda internacional.
Por su parte, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, fustigó ayer la reunión que sostuvo en la Moncloa el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, con los líderes legislativos venezolano Julio Borges y Freddy Guevara y aseguró en twitter que la decisión de Rajoy agrede la dignidad venezolana, "representando el peor pasado colonial, derrotado y expulsado por nuestros libertadores".
