T enía 13 años cuando surgió el famoso grito “¡Nos vamos al Mundial, nos vamos al Mundial!”; México estaba de regreso en una Copa del Mundo de Futbol, luego de la ausencia en Italia 1990, por una cuestión de trampa, tristemente algo cultural. Con el magro triunfo de 1-0 sobre la débil selección de Panamá, México consiguió su séptima clasificación a una Copa del Mundo. ¿Motivos para celebrar? Tal vez sí. Porque el futbol es un deporte que nos apasiona. Que nos mueve. Que nos hace buscar un triunfo, algo que celebrar. Pero, ¿a qué va México al Mundial? ¿A quedarse en la ronda de octavos? ¿A quedar eliminados por una tontería después de “jugar como nunca”? Está por verse. De entrada la Selección de Osorio consiguió el primer objetivo. Aunque sí, deberíamos pensar que después de siete mundiales consecutivos, hay que seguir avanzando y no ser un invitado más. Un simple animador. En ese Mundial de 1994, en Estados Unidos, el equipo de Miguel Mejía Barón ilusionaba a cualquiera. Se llegaba como el subcampeón del torneo más viejo a nivel selección del mundo, la Copa América. Se tenía a delanteros como Luis García o Hugo Sánchez (que al final hubiera dado lo mismo si no iba), mediocampistas de clase como García Aspe y “Maestro” Galindo, defensores fuertes como Claudio Suárez, y al inolvidable Jorge Campos en el arco. Era un buen equipo. México avanzó como líder de grupo en el llamado “De la Muerte”, con Italia, Irlanda y Noruega, tres equipos europeos. México ilusionaba a cualquiera. Pero la realidad siempre termina por imponerse y los fantasmas regresan cada cuatro años. Los famosos penales ante Bulgaria, el “¿por qué no entró Hugo Sánchez?”, la mediocridad y el conformismo. El año que viene, en Rusia, se cumplirán 20 años desde que pude ver por primera vez a la selección de futbol de mi país y en cada Mundial me siento menos identificado. ¡El futbol es mi pretexto para celebrar algo! Para sentirme parte de algo. México consiguió su calificación a su séptima Copa del Mundo de forma consecutiva justo cuando comienza el mes patrio, y es aquí donde me pregunto: ¿en verdad hay algo que celebrar? ¿Tenemos el país que queremos? ¿Nos vamos a conformar con buscar motivos para celebrar solo a través de la televisión? #FelizDomingo ¿Le seguimos?: @Foko_54
