Formación. Lamenta rector caso del padre Meño y dice que se han tomado las precauciones para la formación de los nuevos curas. (JESÚS GALINDO)
El rector del Seminario de Torreón "Santa María Reina", Aurelio González calificó como un hecho que entristece y que hiere no sólo a la Diócesis de Piedras Negras sino a la Iglesia en general, el caso del sacerdote Juan Manuel "Meño", quien fuera vinculado a proceso por los delitos de violación calificada y violación en grado de tentativa con abuso de autoridad y confianza, por aprovecharse de su condición como ministro de culto religioso.
"Son cosas que quisiéramos que no pasaran y que una vez que pasan, pues nos llevan a todos a ser responsables en hacer las cosas de otra manera", dijo el rector.
Además, reconoció que la formación de quienes pretender ser los futuros sacerdotes es una tarea compleja, "quienes estamos involucrados en la formación de los futuros sacerdotes, es precisamente cuidar la intención de los muchachos al buscar el ministerio sacerdotal y en cuidar su estructura humana, de tal manera que sobre la materia prima que es el muchacho, tengamos sacerdotes interiormente mejor preparados, así como académicamente y espiritualmente mejor dispuestos a servir a la comunidad".
El también sacerdote, explicó que la Iglesia Católica tiene herramientas y espacios, tanto la universal como la iglesia nacional para la preparación de los formadores de los futuros sacerdotes. "Hay una organización que se llama Orsmex, Organización de Seminarios de México, donde constantemente nos ofrecen cursos y talleres, a través de los cuales nosotros también le damos continuidad a ese proceso de formación integral que todos los seres humanos requerimos".
Asimismo, comentó que el Seminario de Torreón cuenta con una población de 52 alumnos, ocho de ellos de nuevo ingreso, quienes buscan ser los futuros sacerdotes de la Iglesia Católica.
"Estamos contentos porque Dios bendice a la iglesia con jóvenes inquietos, que desde este camino estamos dispuestos a ofrendar su vida en bien de la iglesia, y en el bien de la sociedad".
Dijo que en el Ciclo pasado se dieron sólo cinco deserciones, cantidad que consideran normal. "En el Seminario se dan las deserciones normales, de jóvenes que en su proceso de discernimiento van descubriendo que su vocación es otra cosa o que el sentido de su vida lo encuentran en otro lado, estos años, por ejemplo, este último ciclo fueron alrededor de 5 deserciones, entonces lo vemos como un fenómeno normal".
