Para un mejor aprovechamiento escolar, los estudiantes deben tener en casa un desayuno nutritivo o de lo contrario corren el riesgo de sufrir déficit de atención, somnolencia y debilidad.
El nutriólogo del IMSS, Álan Javier Herrera Rangel, explica que el balance en los alimentos aporta los nutrientes necesarios para estimular el aprendizaje, mantener el estado de alerta y reforzar el sistema inmunológico.
Antes de salir de casa, lo ideal es que los estudiantes consuman los cinco grupos de alimentos (cereales, fruta, verdura o vegetales, leguminosas y productos de origen animal, en donde se integran las proteínas).
El aporte calórico del desayuno debe ser entre un 25 y 30 por ciento del total de la dieta del estudiante. En promedio, quienes cursan la primaria requieren mil 200 calorías, los adolescentes entre mil 600 y 2 mil, según la actividad física que desarrollen.
Las niñas y los niños deben aprender que una alimentación sana fortalece las defensas del cuerpo y de esta manera se evitan enfermedades.
Un refrigerio escolar completo incluye una porción de fruta, de ser posible en pieza, una rebanada de pan (cereal), queso, jamón de pavo, atún o huevo (proteína). Hay que evitar el consumo de refresco, bebidas con azúcar y preferir solo agua natural.
Se deben ingerir tres comidas y dos colaciones al día para mantener en acción el sistema digestivo.
El especialista en nutrición exhorta a los padres y madres de familia a generar el hábito del desayuno completo en casa, darse tiempo para disfrutar esta primera comida del día y evitar que lleven dinero a la escuela