Debilidad. La construcción, uno de los principales motores económicos mostró una caída del 1.5 por ciento. (ARCHIVO)
Empujado por el consumo interno y las exportaciones, México creció un 1.8 % a tasa anual en el segundo trimestre, un dato saludable y dentro de las expectativas oficiales que no inhibe cierta incertidumbre provocada por la renegociación del TLCAN.
"Hay un crecimiento acelerado en el consumo de compras nacionales (...) como consecuencia de un aumento de la confianza del consumidor, y también un incremento de las exportaciones hacia Estados Unidos.", dijo la directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE, Gabriela Siller.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó este martes que el PIB registró un alza del 2.3 % anual en el primer semestre, dentro del rango estimado por el Gobierno de entre un 1.5 % y 2.5 % para 2017.
El desempeño económico del primer semestre, igual al reportado en 2016, "fue positivo" en un "entorno externo que ha mostrado una clara mejoría", valoró la Secretaría de Hacienda en un comunicado.
El ministerio remarcó que han mejorado las expectativas para finales de año por la reactivación de la demanda externa y una "mayor confianza" en la relación con Estados Unidos, el principal socio comercial de México.
En términos reales, supuso una desaceleración de la economía frente al trimestre anterior, cuando el PIB aumentó un 2.8 % año contra año.
No obstante, sin factores coyunturales por temporada el aumento fue del 3 % interanual.
Esta divergencia se debe a que este año la Semana Santa, que resta días productivos, tuvo lugar en el segundo trimestre, explicaron los analistas.
El crecimiento de la economía se vio impulsado por el sector primario (0.7 %), y sobre todo el terciario (3.2 %).
"El consumo privado se refleja en el terciario y sigue dando resistencia", apuntó Alejandro Saldaña, analista del banco Ve por Más.
Del lado contrario, se ubica el sector secundario, que retrocedió 1,1 %), arrastrado por el desplome de la minería petrolera y no petrolera, del 8.5 %.
Este segmento es dominado por la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que padece desde hace años una severa caída de la producción.
La construcción, otro de los motores económicos del país, cayó un 1.5 %, un dato que Siller atribuyó parcialmente a la subida de tasas de interés del Banco de México, hoy ubicadas en el 7 % cuando hace un año estaban en 4.25 %.
"Parece que estamos en un mucho mejor escenario, gracias a que (el presidente de Estados Unidos) Donald Trump no ha cumplido sus promesas, o amenazas, de campaña", aseguró.
No obstante, ambos analistas coincidieron en que es demasiado pronto para dar por acabados los malos augurios.
