Teatro Alberto M. Alvarado
Un día como hoy del 20 de agosto de 1971, con la inauguración del Teatro Alberto M. Alvarado cristalizó una de las más grandes aspiraciones culturales de la comunidad del Municipio de Gómez Palacio, de volver a contar con un lugar digno, adecuado y elegante, que pudiera albergar los acontecimientos más significativos e importantes de nuestra propia convivencia y los externos, para ofrecerlos a una sociedad urgida de elementos que apoyaran su crecimiento educativo, artístico y modernidad, proporcionándole a sus habitantes una visión actualizada y positiva de la vida contemporánea en aras del crecimiento y la superación, alentando a su vez el conocimiento de nuestras propias raíces y costumbres, fortaleciendo el concepto de identidad que nos define y enorgullece, así como la satisfacción y el cariño que tenemos por el terruño que nos vio nacer.
Durante muchas décadas los anhelos de la comunidad cultural de contar con un recinto apropiado donde celebrar nuestros más sentidos festejos no se habían podido cumplir, por carecer de un lugar apropiado para satisfacer las necesidades de convivencia de los gomezpalatinos a pesar de los múltiples esfuerzos que se habían intentado por conseguirlo, finalmente se hicieron realidad gracias al esfuerzo de la administración municipal encabezada por el doctor Gustavo Elizondo Villarreal personaje amante de las bellas artes, secundado por todos los laguneros, mismos que le dieron todo su apoyo por su empeño y dedicación a este gran proyecto que le valió el aplauso y el reconocimiento unánime, al poner a disposición del pueblo un inmueble que sigue siendo motivo de satisfacciones y alegrías.
Su nombre es en honor del destacado músico duranguense de jerarquía internacional, con sus múltiples y espléndidas composiciones como “Recuerdo” y “Río Rosa” entre otras tantas se consagró en el terreno de los grandes autores, obteniendo gran renombre personal, para el Estado y para nuestra Patria. La inauguración del teatro estuvo a cargo del doctor Eduardo López Faudoa, quien en ese tiempo fuera Oficial Mayor de la Secretaría de Salubridad y Asistencia en representación del ingeniero Alejandro Páez Urquidi gobernador de Durango, estando también presente el licenciado Ángel Sergio Guerrero Mier Secretario General de Gobierno y como anfitrión el Presidente Municipal doctor Elizondo Villarreal, en una solemne y brillante ceremonia que dio marco a tan memorable acontecimiento.
Todo asentamiento humano que aspira a crecer y elevarse en el ámbito espiritual, debe procurar fortalecer sus más altos valores y aspiraciones con acciones similares a la construcción de este recinto que podrá registrar las mejores expresiones artísticas de mujeres y hombres y ser sede de grandes manifestaciones culturales, religiosas y conmemorativas de todos los órdenes.
Así lo han hecho las civilizaciones más cultas, como las griegas, romanas y orientales con su Partenón, La Scala de Milán, y en nuestro país El Palacio de Bellas Artes en México, El Teatro Degollado de Guadalajara, El Teatro Isauro Martínez de Torreón entre una pléyade de salas magníficas que han dado cabida a los mejores espectáculos y máximas figuras artísticas del mundo.
El Teatro Alvarado llevó como primera puesta en escena la obra “Juegos Fatuos” con los primeros actores María Douglas, Virginia Manzano y Bruno Márquez, bajo la dirección de Xavier Rojas, comedia original de Carlos Olmos.
Con este grato suceso, quedó para el recuerdo la historia del inolvidable Gran Teatro Unión, que fuera inaugurado el 22 de diciembre de 1900 en una gran función de gala a la que asistieron los más encumbrados miembros de la sociedad lagunera de esa época y desde luego las autoridades de las tres ciudades hermanas, el flamante propietario señor Vicente Reynoso y los ingenieros de la Comisión del Nazas quienes disfrutaron la actuación de la Compañía Juvenil de Zarzuela Austri y Palacios, ofreciendo a todo lujo las obras: “Gigantes y Cabezudos”, “Fiesta de San Antón y España en París”, en el elenco ya figuraba la jovencita Esperanza Iris, futura estrella teatral.
El Teatro Unión era de los más modernos de aquellos tiempos y el más importante de la Comarca Lagunera, a pesar de su sencillo diseño en un modesto edificio de dos pisos, que en su interior tenía 2 balcones de 26 plateas y gradas en la parte superior, el lunetario contaba con butacas y los palcos con asientos, había espacio para 500 gentes en las gradas, con un aforo total de mil 300 lugares, El piso era inclinado y mediante un mecanismo se levantaba a la altura del foro y retirando todas las butacas se convertía en un amplio salón de baile. Contaba con 16 camerinos y bodega para utilería, elegante bar alfombrado y por los pasillos durante las presentaciones constituían todo un espectáculo las damas, luciendo preciosos atuendos y joyas de gran valor.
En el modesto escenario pasaron las grandes compañías de drama, comedia, zarzuela y ópera en sus recorridos por el país y actrices tan cotizadas como María Guerrero y María Teresa Montoya, la excelsa diva italiana Tetrazzini, cantante de ópera de fama mundial y aquí debutó la gran soprano Fanny Anitúa quien después destacó a nivel internacional. Sin embargo la llegada del cine mudo trajo consecuencias muy negativas para el salón pues perdió su antiguo esplendor, años más adelante con las funciones de cine más actuales de plano pasó a un nivel muy popular, hasta que se cerró por incosteable y con el tiempo sus nuevos propietarios decidieron demolerlo, acabando con una memorable página de la historia de la ciudad.
Como se esperaba, en estos 46 años el Teatro Alvarado ha presentado a lo más destacado de la farándula nacional, ofreciendo conciertos de gala, ópera, música, ballet y un caudal de expresiones artísticas con la mayoría de los grandes creadores mexicanos y un buen número de celebridades de fama mundial en todo ese lapso dirigieron su funcionamiento personajes altamente comprometidos con la cultura y las artes y lo hicieron con bastante eficacia. Recordamos con mucho aprecio y reconocimiento a su primera directora doña Ernestina Gamboa Almeida quien se desempeñó en ese puesto con mucho éxito en dos ocasiones, don Salvador Tostado Gamboa, Carlos Reséndiz Estrada, Enrique Rioja del Olmo Guadalupe Hermosillo Castruita, Yeye Romo Zozaya también en dos ocasiones, Ivonne Villarreal Montero, Patricia Hernández Ramírez, Pascuala Cabral del Río, Renata Adriana Chapa González y su actual director Jesús Armando Guerrero Garay.
Ahora en ocasión de celebrar un nuevo aniversario de la fundación del Teatro Alberto M. Alvarado, como una institución que nos ha brindado la oportunidad de alcanzar metas muy satisfactorias, la proyección a mayores niveles culturales y una sólida infraestructura citadina, pues que sería de Gómez Palacio sin un teatro de primer nivel, como estuvo a punto de suceder con el incendio que abatió al inmueble el viernes 16 de abril de 1982, durante la presentación del concierto del tenor Giuseppe Di Stefano, conflagración que lo dañó seriamente causando sensible impacto ante la comunidad lagunera, casualmente Di Stefano había dado el primer concierto de ópera en 1971.
Afortunadamente el 13 de junio de 1985, fue reinaugurado el teatro con una velada solemne a cargo de la Orquesta Sinfónica del Estado de Durango, evento que presidió el Presidente Municipal don Manuel Gamboa Cano, don Federico Gamboa Almeida al frente de los miembros del patronato que colaboró en la restauración y los gomezpalatinos que con sus aportaciones ayudaron para la rehabilitación del inmueble, este alcalde se distinguió por su apoyo a la cultura ya que en su gestión se construyó el Centro de Convenciones “Francisco Zarco”. A nombre de los laguneros nos permitimos festejar este cumpleaños, deseando que nuestro recinto siga desarrollando una labor fructífera y constante en beneficio de todos los habitantes y que el binomio sociedad y autoridad continúen considerando en sus planes de mejoramiento a nuestro entrañable Teatro Alberto M. Alvarado.
(ramlom28hotmail.com)
