El defensa Jonny Evans (d) fue adquirido por el Manchester City.
Manchester City ha gastado más de 300 millones de dólares para mejorar su defensa desde que ganó su último título de la liga Premier en 2014.
Se trata de una cantidad extraordinaria, y el problema no está resuelto.
En una de las sorpresas del mercado de verano, el City ofreció 18 millones de libras (23,2 millones de dólares) por Jonny Evans, el ex zaguero de Manchester United que ahora es capitán de West Bromwich Albion.
West Brom rechazó la oferta, pero sabe que el City no tirará la toalla así de fácil.
"Sería una locura pensar que un equipo como West Brom no venderá si le ofrecen una gran cantidad de dinero", admitió el técnico Tony Pulis.
El hecho de que el timonel Pep Guardiola sienta que todavía tiene que gastar en la defensa en este punto del mercado de transferencias pone de manifiesto sus preocupaciones sobre ese sector del plantel. También es una señal de las fallas en los dirigentes a cargo de reclutar jugadores en el equipo más rico de Inglaterra.
Eliaquim Mangala llegó en 2014 procedente del Porto por unos 42 millones de libras (54,1 millones de dólares). El argentino Nicolás Otamendi fue comprado del Valencia un año después por 32 millones de libras (41,2 millones de dólares). Otro central, John Stones, costó unos 47,5 millones de libras (61,2 millones de dólares) en 2016.
Y este verano, el City se enfocó en fichar laterales y desembolsó unos 120 millones de libras en Kyle Walker, Benjamin Mendy y Danilo.
La defensa del City todavía depende mucho de un jugador fichado hace nueve años, el capitán Vincent Kompany. Pero a sus 31 años, el central belga se ha visto afectado por todo tipo de lesiones en las tres últimas campañas.
Kompany sólo estuvo completamente sano los dos últimos meses de la temporada pasada y el City perdió apenas uno de nueve partidos en la liga Premier en ese período. Sin su presencia, Stones (23 años) lució perdido y Otamendi solía estar fuera de posición.
