VOZ DEL DIHABLO
Ayer fue un día ajetreado. Fui a cortarme el pelo a uno de esos establecimientos de moda, al cual nunca iría si no hubiera sido por una buena razón. Y la conseguí.
El lugar, de lujo. Fresco, con vista al mar; de afuera hacia adentro, solo oscuridad. Amplio. Sillones cómodos, Xbox con juegos violentos. Cerveza importada.
El sujeto que me atendió, de lo más agradable. Comenzó una charla que no se puede evitar, el tema que más me apasiona. "Aquí siempre hay buena música", dijo. De fondo, se escuchaba algo así como Alice in Chains, Faith No More, Soundgarden... "¿o qué te gusta?", siguió el barbero en turno.
"Digamos ése es el límite, y de hacia arriba", atiné a contestar.
Luego siguió una lista interminable de bandas que me han acompañado a lo largo de mi historia.
También me interesó lo que el hombre tatuado tendría para contar. y, quién sabe cómo, dónde, cuándo o por qué, pero terminé por decir que los dos 'headliners' de reconocido festival en Monterrey, a celebrarse en fecha próxima, no eran de mi agrado.
En eso, él se descubre un poco el pecho y alcanzo a ver algo referente a Incubus; lo lleva tatuado. Pensé entonces que la navaja descendería de la barba hacia el cuello y que mi sangre escurriría al piso de aquel lugar, y todo parecería un accidente. O, en el mejor de los casos, que el corte de cabello no fuera lo que pedí.
Pero no. Hablar sobre gustos musicales no tiene que ser un tema para crear enemistad. Mis mejores amigos en una etapa escuchaban puro Intocable y Pesado... y pues ni modo de ponerme audífonos cuando nos juntábamos a estudiar.
Y en algún punto coincidimos: Sepultura ya no es lo mismo sin Cavalera. Es lo bueno de ser adultos y platicar sin apasionamientos de más.
El rock tuvo que seguir. Encontré refugio en algo así como un "segundo hogar", la "Caja de la Cerveza", donde apenas puse un pie y se escuchó la "Autopista al Infierno"; a destapar una Trooper.
Y una parada más; una de 'garage'. Los compas de Vinylo amenizaron con una sesión acústica bastante disfrutable, y ante la insistencia de un loco-ebrio espectador, que no dejaba de pedir "música satánica", se aventaron dos de Ghost. Excelso.
Ghost es esa banda de los disfraces que le hacen al Papa maldito. Que tocan un tipo de rock sicodélico melódico con 'doom' chido. Me informan que estuvieron presentes en la pasada edición del Hell and Heaven, en Ciudad de México, el 23 de julio del año pasado. No lo recuerdo. Y es una lástima, me hubiera gustado verlos sobre el escenario. Quiero pensar que en ese momento presenciaba a Ensiferum y volaban dragones sobre mí.
Ojalá alguien se anime pronto a traerlos de nuevo al país.
Ayer no es un día, es un presente que recién pasó. Y que, en muchos casos, sigue vigente.
Lo que escucho en este momento: un adelanto de Medusa, el nuevo material de Paradise Lost, una de mis bandas consentidas. A la venta, el 1 de septiempre de este año. ¡Ya quiero que sea mañana!
La recomendación de hoy: dense la oportunidad (de vez en cuando) de escuchar música que antes no habían escuchado. De escuchar a las bandas de su localidad. Y hagan un viaje, de un sitio a otro; del presente al pasado y de regreso. En una de esas, encuentran algo que les guste.
Hoy, está anunciado Xanate en un bar de la Hidalgo, entre calles 11 y 12, en Torreón. A partir de las 21:00 hrs.
Quedan los canales abiertos a la comunicación: La Música del Dihablo [Facebook] y @Foko_54 [Twitter]. See you on the other side!, dijo el Ozzy.
