Cuando nos encontramos a menos de un mes para que inicie el mejor espectáculo sobre la tierra, ya la NFL ha vuelto a decirles a todos los jugadores que componen esta extraordinaria liga, de que los lineamientos y estatutos para que se siga conservando como una organización de excelencia, se mantendrán al pie de la letra y que todo aquel que se manifieste en contra de las normas que la establecen, se tendrá que atener a las consecuencias.
Ahora le ha tocado el turno, al que fue considerado la temporada anterior, como el "caballito de batalla" de los Vaqueros Ezekiel Elliot quién después de tomar en sus manos la liga, había dejado muy en claro que él, sería la única opción de detenerlo y parece que su profecía se cumplió ya que, al comienzo de la temporada, tendrá que ver los primeros seis partidos desde la comodidad (si así lo podemos decir) de su casa y que tiene que estar agradecido de no observarlos mascando barrote.
Y ahora, el delito no es del comisionado Goodell que una vez, después de estarle tanteando el agua a los camotes con los castigos concernientes a la violencia doméstica, pues por fin le adivinó a una ya que, el delito en cuestión, es única y exclusivamente del ex-jugador de la Universidad de la Estatal de Ohio quién, de acuerdo al oficio de la agrupación, el muy imbécil arremetió en tres ocasiones en período de una semana a su novia y que, esto significa, tres veces más de lo que jamás debió hacerlo.
Muchos fanáticos del equipo de la estrella solitaria, han gritado a todos los puntos cardinales de que esto es un atropello ya que la policía, rechazó el caso cuando ésta era un castigo muy evidente pero en algunos países como el nuestro donde la corrupción es la materia prima y se supone que con nuestros vecinos del norte están mucho mejor, entonces lamentablemente no es así.
Todo esto hace que resulte muy singular y desgraciadamente real en sitios universitarios y sus especiales deportistas que producen una gran cantidad de billetes verdes a sus facultades pero no es algo nuevo ya que esto, se ha observado una y otra vez teniendo en la mente, dos casos como fueron el de Aaron Hernández (q.e.p.d) de Florida y Jameis Winston de los Seminoles los cuales en más de una ocasión, la justicia se hizo de la vista gorda porque eran casi intocables.
Igualmente ha ocurrido en Ohio con Elliott y entonces el comisionado, no iba a aceptar que se repitiera en la NFL ya que, a diferencia de la NCAA, hay mucho que perder si entonces al corredor del excéntrico Jerry Jones, se le da luz verde en vez de sentencia pero de lo que si estamos seguros, es que Roger Goodell ha perdido a un considerable socio en el dueño de los Vaqueros, quién según fuentes fidedignas, se encuentra que no lo calienta ni el sol.
Pero el alto mando de la liga ha enviado un mensaje muy claro defendiendo su presencia mercantil tan agitada por sucesos previos de la violencia doméstica censurando a una de las joyas nuevas de la ofensiva dejando disminuido, a uno de los equipos más populares del país dando a entender y quedando muy claro que nadie es intocable con excepción de la mujer (Cómo debe ser) por lo cual, no podía darse el lujo otra vez de sacar a la luz la fábula de Ray Rice de implantar un castigo ejemplar a los ojos de todos los que nos apasionamos por este deporte.
