La seña, que contrario a Jémez no tuvo tanta repercusión, a Romano le costó el puesto en el club, por atentar 'contra los valores de la institución representa y promueve, razón por la cual se tomó la decisión de no continuar con la relación de trabajo'.
Rubén Omar Romano se puso en la piel de su colega, Paco Jémez, que se encuentra en controversia por pintar dedo a un aficionado.
Romano recordó una situación similar a la del español que vivió en 2011 mientras dirigía el cuadro de Santos Laguna, misma que le costó el puesto.
En entrevista con el diario Récord, Romano habló sobre la situación de los reventadores.
"Me tocó en Torreón, que están muy cerca las bancas, al salir, en dos partidos seguidos me insultaban al medio tiempo; ahí me agarraron en esa mala conducta (una seña al público); fue inconsciente, pero es una falta de respeto. Como técnico uno tiene que soportar muchas cosas, una de ellas es la gente inadaptada que va a insultarte.
La seña, que contrario a Jémez no tuvo tanta repercusión, a Romano le costó el puesto en el club, por atentar "contra los valores de la institución representa y promueve, razón por la cual se tomó la decisión de no continuar con la relación de trabajo".
"Me costó el puesto; pensé que podía haber habido una reprimenda, un aviso o hablar conmigo, pero tomaron la decisión, uno acepta el error y no hay nada qué hacer", comentó.
Romano estuvo en el banquillo de Santos Laguna de 2010 a 2011.