Medida. La prohibición entrará en vigor a partir de 2040.
El gobierno británico prohibirá la venta de automóviles nuevos que usen gasolina y diésel a partir de 2040, en un intento por reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, culpables de la muerte prematura de miles de personas cada año.
El secretario del Transporte, Chris Grayling, señaló que el gobierno está comprometido con una "revolución verde para reducir la contaminación en ciudades y pueblos".
El plan de Gran Bretaña para deshacerse de los vehículos a gasolina y diésel se une a la decisión de los alcaldes de París y Madrid para impedir la circulación de dichos autos para el año 2025.
"No debe haber nuevos autos de diésel o gasolina en 2040", dijo por su parte el secretario del Ambiente, Michael Gove, durante una entrevista a la radio BBC.