Columnas Deportes

Al Larguero

CASA DE CRISTAL

ALEJANDRO TOVAAR

Cuando Osorio se retiraba del Rose Bowl, protegido por rabiosos celadores morenos que parecían tener la encomienda de custodiar a Martin Luther King y no al técnico nacional, decenas de fans soltaban al aire sus desesperados e impotentes gritos en desacuerdo con la eliminación de nuestro equipo y entre ellos insultos de todo tipo, mientras el bajito rotador colombiano sólo agachaba la cabeza y caminaba entre sus mastines, con pasos medidos y silenciosos, sabiendo y pensando que podemos querer y no podemos ser otros, sólo tener la severidad de los velorios.

La construcción del odio, tarea artera y fácil suele reiniciarse luego de cada frentazo, porque los medios nos han hecho creer que somos mucho más de lo que realmente somos y que los rivales del área no tienen derecho a crecer, mientras dormimos el sueño de los justos y permitimos que la bolsa se replete sin que el músculo se perturbe y crezca con trabajo y humildad.

Con todo y sus rotaciones, en las que sólo están de acuerdo De María y Cantú, Don Osorio no puede entrar a cabecear y el futbol solamente pasa por los jugadores, por nadie más que por ellos. Debemos darnos cuenta que la mentira es aliada de la tiranía y se arman discusiones con la postverdad, sin encarar realmente la problemática que está directamente ligada a la estructura.

La primera fecha del campeonato nos dejó ver los hermosos modelos de cada casaca, que van perdiendo brillantez cuando se enciman decenas de marcas comerciales que hacen que los jugadores parezcan arbolitos de navidad. Claro, el fubol se ha hecho rico por los sponsors y se ha priorizado el cuidado de la máquina del dinero a la inversión y el cuidado de la generación de nuevos jugadores, instalaciones y conducción de valores que confirmen una supuesta supremacía.

En esa supuesta y manipuladora idea de incrementar el espectáculo se ha abierto la puerta a los extranjeros y hay equipos que abusan de su uso, dejando de lado a los nacionales, estacionando con ello el desarrollo de los naturales y provocando que ese común denominador incremente el crecimiento del deporte. Las giras, por ejemplo, no son a Europa o Sudamérica, para enfrentar a las potencias, sino partidos en USA, para cobrar en dólares la nostalgia de nuestros paisanos, jugando contra cuadros de medio pelo, reprimiendo con ello el factor de la competencia.

El trabajo de Chivas, Pachuca, Toluca, Santos, Atlas, queda como ejemplo, pues aportan la inversión y están buscando chicos aptos por todos los rincones de México, tienen instalaciones y poseen los instructores adecuados para producir valores, no es solamente contratar foráneos, cuya calidad real es de un bajo porcentaje o están a la par de los que tenemos. Urge una limitación y filtros adecuados que exijan un nivel superior comprobado, de otra manera no habrá cambio.

Faltan ideas, falta mejorar la estructura general, por ello hoy mismo las calles están oscurecidas por algo más que la noche, porque el futbol es eterno y aunque los hombres pasan como agua de río, el deporte permanece y debe ser cada vez mejor, pues el tiempo siempre descubre la verdad, aunque ahora mismo uno solo parece hablar en representación de todas las víctimas.

[email protected]

Leer más de Columnas Deportes

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Deportes

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1363561

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx