Los talibanes se atribuyeron el atentado a través de un comunicado en el que destacaron que el objetivo eran dos microbuses con “interrogadores” de los servicios de inteligencia afganos. (EFE)
Los rebeldes talibanes reivindicaron hoy el atentado suicida cometido con un vehículo cargado de explosivos en una calle próxima a una zona residencial en el oeste de Kabul, capital de Afganistán, que causó al menos 35 muertos y 42 heridos.
Los talibanes se atribuyeron el atentado a través de un comunicado en el que destacaron que el objetivo eran dos microbuses con “interrogadores” de los servicios de inteligencia afganos.
“Esos dos microbuses llevaban dos meses bajo vigilancia y fueron atacados este lunes después de que recogieron a todos los pasajeros”, explicó el vocero de los talibanes, Zabihullah Mujahid, quien agregó que los vehículos se dirigían a la sede de los servicios de inteligencia en la capital afgana.
Sin embargo, la agencia de inteligencia afgana , el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, por sus siglas en inglés), rechazó la versión de los talibanes, al asegurar que ese departamento “no utiliza autobuses para transportar a sus empleados”.
La explosión del vehículo cargado de explosivos tuvo lugar poco antes de las 07:00 horas locales (02:30 GMT), en una calle en el Distrito Policial 3 en el oeste de Kabul, donde 35 personas fallecieron y 42 resultaron heridas, precisó el portavoz del Ministerio del Interior, Najib Danish.
Advirtió que la cifra de muertos podría elevarse, ya que muchos de los heridos están graves, además porque la explosión se produjo a primera hora de la mañana en una zona con gran afluencia de tráfico.
Además de las víctimas, la explosión dañó gravemente tres vehículos particulares y unos 15 comercios, según Danish, citado por la agencia Pajhwok Afghan News.
Aunque el lugar donde se produjo la explosión está cerca a un área residencial donde viven funcionarios del gobierno, el atentado afectó sobre todo a tiendas y establecimientos situados a ambos lados de la calle.
El Ministerio del Interior calificó el atentado como “un crimen contra la humanidad”.
En tanto, el Ministerio de Defensa no descartó que el objetivo primordial del atentado haya sido Mohammad Mohaqiq, el segundo al mando del jefe del Ejecutivo, Abdullah Abdullah, cuya residencia se encuentra a pocos metros de donde ocurrió el ataque.
En los últimos meses Kabul ha sido escenario de varios atentados, entre ellos el del 31 de mayo pasado con un camión cargado de explosivos, en el que unas 150 personas murieron y más de 300 resultaron heridas, convirtiéndose en el ataque más mortífero desde la invasión estadounidense a Afganistán en 2001.
Desde que empezó a contabilizar las víctimas civiles del conflicto afgano en enero de 2009, la Misión de las Naciones Unidas en esta nación asiática ha reportado la al menos 26 mil 500 muertos y unos 49 mil heridos.
