Siglo Nuevo

La fábula desde la escultura

De la Sierra y el Timo de ciudad

Balance. Foto: Aula mexiquense

Balance. Foto: Aula mexiquense

REDACCIÓN S. N.

La imaginación de Rodrigo moldeó personalidad y vida de Timoteo, un agente recurrente en las ideas del capitalino que llama la atención tanto por su forma como por las historias que cuenta.

Una característica fundamental de la obra del escultor mexicano es que sus personajes viven, cuentan historias, interaccionan con el espectador. Sus creaciones tienen una tendencia hacia el realismo o hacia la interpretación de una realidad. El artista las desarrolla siguiendo un tema, como la serie Acróbatas. Se trata de una incursión en un mundo mágico; los protagonistas aparecen suspendidos en el espacio, parecen desafiar los efectos de la gravedad y expandir el ámbito de lo probable.

En cada pieza moldeada, De la Sierra hace una observación rigurosa de la anatomía humana, tanto masculina como femenina, mientras explora las fronteras expresivas del cuerpo. Ubica los frutos de su labor en un contexto urbano. No son pocas las ocasiones en que estos encierran un discurso que el observador va descubriendo en la comunión con la propuesta estética.

Rodrigo de la Sierra vive y trabaja en la Ciudad de México. Estudió arquitectura y un diplomado de creatividad en la Universidad del Valle de México, profesión a la que dedicó más de doce años. Tuvo cuatro años de formación en artes plásticas al participar de talleres de técnica de materiales y patinas así como de escultura. Realizó cursos de modelado, talla en madera, moldes y vaciado, además de escultura figurativa, en la Universidad Iberoamericana; continuó su acumulación de conocimiento teórico-práctico por las vías del autodidacta.

Durante miles de años, el hombre ha reproducido su imagen en dos y tres dimensiones. Hasta el siglo XIX la escultura tendía a ser una reproducción casi exacta de la figura humana. Sin embargo, desde el periodo modernista de esa centuria el cuerpo de la especie pensante se integró a un marco más abstracto en el que se adoptan interpretaciones más conceptuales. Eso ha permitido que, con el paso de los años, artistas como Rodrigo de la Sierra abracen el arte sutil de la metáfora en su oficio.

Cualquiera que sea la calidad o el atributo que forma a un creador (conceptos como pasión, talento, trabajo, oportunidad) Rodrigo de la Sierra posee una cantidad más que suficiente para justificar el epíteto.

Después de haber forjado una carrera exitosa en el ámbito arquitectónico, De la Sierra siguió con sus estudios para desarrollar una carrera como artista o, para ser más preciosos, como escultor. Al comienzo Rodrigo se fue por los cauces naturales del oficio, elaboró obras apegadas a la precisión poco después de dejar la academia. Tras haber dibujado una serie de garabatos sobre un cuaderno de apuntes, nació la tragicomedia de su personaje más celebrado.

La imaginación de Rodrigo moldeó personalidad y vida de Timoteo, al que cariñosamente apodó “Timo”, un agente recurrente en las ideas del capitalino que llama la atención tanto por su forma como por las historias que cuenta: Timoteo, figura de extracción urbana, siempre está dispuesto a descubrir, en medio del entorno hostil, la posibilidad de superar un mundo no siempre hecho a su medida.

EL INICIO

A lo largo de más de diez años en escultórico afán, De la Sierra ha expuesto en países como Italia, China, Corea del Sur, Estados Unidos y México. Fue seleccionado para participar en prestigiadas bienales en España y Japón. Ha sido invitado a ferias nacionales e internacionales como Zona Maco CDMX, Art Market San Francisco, Art Palm Springs, Art Busan, Asia Contemporary Art Show, Expo Chicago y Affordable Art Fair Singapur, entre otras.

También ha colaborado con fundaciones, que se coordinan con la Organización de las Naciones Unidas, concebidas para fomentar la donación de órganos y el combate a ciertas enfermedades, por ejemplo, las asociaciones Ale y para el Estudio de la Acidosis Tubular Renal; en esfuerzos vinculados a la educación para cuidar el medio ambiente fue padrino de honor del 2017 del programa La naturaleza en tu escuela de la alianza WWF-Fundación Telmex; ha sumado su talento a actividades de organizaciones como Aid for Aids en Nueva York, Fundación México Vivo, Unidos Somos Iguales Cuernavaca A.C, Fundación Todo por el Cine, y demás.

/media/top5/SNartetimoteo.jpg

Memento. Foto:Galería Peimbert

TRABAJO PERMANENTE

De la Sierra ha realizado exposiciones en el Museo de la Ciudad Santiago de Querétaro, en el museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y en sitios de la capital mexicana como el Centro Cultural Isidro Fabela-Museo Casa del Risco , el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México y el Centro Médico Nacional Siglo XXI.

El listado se nutre con el Centro Cultural Mexiquense (Museo de Arte Moderno) del Estado de México, los museos Jumex, de Arte Moderno de la Ciudad de México, Soumaya, y las instalaciones de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

Recintos del país como la Secretaría de Gobernación, la Cámara de Diputados o el Senado de la República también han albergado las creaciones de este capitalino. En 2017 presentó sus trabajos en el Zhou B Art Center, de Chicago, Illinois.

El año pasado fue investido doctor honoris causa por la Universidad Autónoma del Estado de México. Actualmente exhibe de forma constante en destinos como la Ciudad de México, San Miguel de Allende, Valle de Bravo, Puerto Vallarta, Baja California, Acapulco y Los Ángeles en California, Estados Unidos.

EN GRAN FORMATO

Instaladas a lo largo de avenida Juárez, 15 piezas monumentales, elaboradas con bronce, fierro, perfil metálico y acero inoxidable, conforman la exposición Timo entre la gente, un deleite para quienes, en medio del asombro y la curiosidad, pasean entre ellas.

"Timo" es el alter ego de Rodrigo. Su cotidianidad es la de un ser que habita metáforas de la vida contemporánea, un personaje de cualquier ciudad. Ese estado de normalidad poética sirve para enfatizar el carácter industrial, abstracto e impersonal de las sociedades urbanas. Abstractas e impersonales son las historias en las que De la Sierra hace fluir a su personaje.

“No se rinde nunca, (Timo) está siempre listo para empezar de nuevo. La obra no invita al mayor optimismo porque el hombre contemporáneo vive superando discordancias y tareas arduas, pero si hay una lectura posible de la serie, de su suave didáctica, está en su mirada crítica al mundo, en su enorme simpatía por los seres humanos y sus esfuerzos”, explica el escultor.

En la muestra pública instalada en la Alameda Central de la Ciudad de México, Rodrigo presenta piezas como Bajo control, Horizonte, Big steps, El piloto, Buscando equilibrio, El avión de papel, Los de arriba y los de abajo, United States on America, Gran ego, Balance, Volar, Nueve bloques, El vigilante, Punto de fuga y Retrato, obras que de uno y otro modo transmiten el mensaje del artista.

Su humor ácido aleja al personaje de cualquier lectura melodramática; el anonimato y el lenguaje gestual crean una poética enrarecida, un contrapunto eficaz para la ironía y la crítica.

Timoteo, lejos de perderse en la distancia de lo ajeno, lo absurdo, lo raro, se convierte, gracias a la limpieza de los trazos y la naturalidad de las posturas, en alguien que podemos reconocer por cuestiones parecidas a la mala suerte, la soledad y el desconcierto que de cuando en cuando nos observa con ojos familiares.

Gravedad. Foto: Galeria Corsica
Gravedad. Foto: Galeria Corsica
Escalera Eléctrica. Foto: Galeria Corsica
Escalera Eléctrica. Foto: Galeria Corsica

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Balance. Foto: Aula mexiquense

Clasificados

ID: 1362596

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx