MEJOR PARECE LA HIJA MAL CASADA QUE BIEN ABARRAGANADA
Sancho Panza y Teresa, su mujer, conversan sobre la próxima tercera salida que en busca de aventuras tendrá don Quijote de la Mancha, en la que Sancho le acompañará como escudero. Le expresa éste su gran alegría por ello, aunque lo entristece que tendrá que apartarse durante un tiempo de ella y sus hijos.
Le comenta a Teresa que "antes de mucho tiempo" lo verá gobernador de una ínsula. Ella le responde que "llévese el diablo cuantos gobiernos hay en el mundo; sin gobiernos saliste del vientre de vuestra madre, sin gobierno habéis vivido hasta ahora, y sin gobierno os iréis, o os llevarán, a la sepultura cuando Dios fuere servido".
Agrega Teresa: "Pero mirad, Sancho: si por ventura os viéredes con algún gobierno, no os olvidéis de mi y de vuestros hijos… Mirad también que Mari Sancha vuestra hija no se morirá si la casamos: que me va dando barruntos que desea tanto tener marido como vos deseáis veros con gobierno; y, en fin, mejor parece la hija mal casada que bien abarraganada".
Lo que Teresa dice a Sancho es que ellos como cristianos viejos que son y creen en el matrimonio como estado ideal para su hija, han de preferir ver a su hija, si fuera el caso, mal casada que bien abarraganada, es decir, amancebada.
@jagarciavilla