Roger Federer derrotó 7-6, 7-6, 6-4 a Tomas Berdych y alcanzó su final número 11 de Wimbledon. (AP)
El suizo Roger Federer se impuso al checo Tomas Berdych, por 7-6 (4), 7-6 (4) y 6-4 en dos horas y 18 minutos, y se plantó en la final de Wimbledon sin ceder un set. Es la undécima de su carrera en el All England Club, donde intentará mañana lograr su octavo título y el 19no Grand Slam de su carrera.
Federer luchará en la final, no solo por ganar por octava vez en el All England Club, si no por hacerlo por primera vez ganando el título sin ceder un solo set, algo que solo han logrado antes en este torneo, cuatro jugadores: Donald Budge (1938), Tony Trabert (1955), Chuck McKinley (1963) y Bjorn Borg (1976).
En 2006 y 2008, Federer también llegó con la misma ventaja a la final, pero en la primera Rafael Nadal le forzó a un cuarto parcial y dos años después el español se llevó el triunfo por primera vez.
Demostrando una maestría insuperable en los desempates, Federer se mantuvo inabordable en este juego corto, como lleva haciéndolo durante las dos semanas de competición, en las que ha ganado los cinco que ha disputado, uno contra el serbio Dusan Laiovic, otro contra el alemán Mischa Zverev, otro más contra el canadiense Milos Raonic, y los dos de hoy viernes.
El sueco Stefan Edberg, anterior entrenador de Federer, contempló en el palco del suizo el despliegue de la raqueta de Basilea, al igual que en el palco real lo hizo Rod Laver.
Federer acabó con 13 saques directos, por nueve de Berdych, 53 ganadores, por 31 del checo, y solo 20 errores no forzados, uno más que su rival.
Ester Satorova, novia de Berdych, y los padres del jugador checo sufrían mientras tanto en el bando de Tomas, donde veían cada vez más lejos la reacción del jugador residente en Montecarlo.
De ganar mañana el título, el suizo regresaría al número tres de la lista mundial, mientras que Berdych, tiene asegurado el duodécimo puesto.
'Me siento privilegiado'
Federer señaló tras el partido que "casi" no se lo podía creer.
"Me siento un privilegiado por poder disputar otra final. Casi no me puedo creer que sea realidad otra vez", sostuvo el tenista.
Federer manifestó que lo que quiere hacer ahora es "descansar y jugar lo mejor posible" en la final.
El de Basilea rememoró los difíciles momentos que atravesó el pasado año, cuando tuvo que tomarse unos meses de descanso para cuidar sus rodillas, pero declaró sentirse "contento" por haberlo hecho.
"Ese tiempo me vino bien porque mi vida es más que el tenis, quiero ser también un buen padre y un buen marido y es bueno a veces tomarse un tiempo", señaló.
Con 35 años, Federer se convertirá el próximo domingo en el jugador de mayor edad en haber disputado una final en el All England Tenis Club desde 1974, año en el que el australiano Ken Rosewall (que vio el encuentro en el palco real) la disputó con 39 años y 246 días.
"Significa mucho para mí", dijo el suizo.
Roger afirmó que haber jugado diez finales ya del torneo no le garantiza la victoria.
"Es genial tener ese récord, pero eso no me garantiza el título.
Por eso estoy aquí, estoy muy cerca y lo que tengo que hacer es seguir centrado", sostuvo el deportista.
Federer dijo que mañana jugará de manera "ofensiva", porque Marín es un jugador al que "no puedes dejarle mucho tiempo con la pelota porque termina muy bien los puntos".
