La paratuberculosis o enfermedad de Johne es una enfermedad infecciosa que afecta al ganado caprino. Esta patología es producida por el Mycobacterium paratuberculosis. Se caracteriza por provocar una enteritis crónica, cuyos síntomas clínicos son aparición de diarrea, pérdida de peso y emaciación, proceso que acaba con la muerte del animal. La aparición de los signos clínicos es lenta, con manifestación de agotamiento progresivo y presencia de diarrea intermitente al principio y constante a medida que la enfermedad va progresando.
Se tramite principalmente por la vía fecal-oral. El cabrito se infecta en los primeros días de vida al ingerir el agente causal que se encuentra en las heces de madres portadoras asintomáticas o clínicamente enfermas, que contaminan la vulva, la zona perianal y la ubre. La vía intrauterina también puede ser otro modo de trasmisión, en este caso el cabrito puede nacer ya infectado e infectarse a través de la ingestión del microorganismo por la leche. La susceptibilidad a la infección está relacionada con la edad, siendo los más susceptibles los cabritos hasta los 35 días de vida. A partir de entonces, a medida que aumenta la edad disminuye la probabilidad de infectarse siendo resistentes cuando alcanzan la edad adulta. Clínica y subclínica: La paratuberculosis es una enfermedad conocida por el productor en algunas regiones de nuestro país, pero existe desconocimiento de la importancia real del problema. Los principales factores que influyen el curso de la infección lo constituyen la cantidad de Mycobacterium paratuberculosis ingeridos, es decir la dosis infectante. Esto significa que en un cabrito cuya madre es una fuerte eliminadora de microorganismos, el curso de la enfermedad será más corto, debido a que ingirió un número importante.
Los animales de un establo considerado infectado pueden ser divididos en cuatros categorías, animales clínicamente enfermemos, son aquellos que presentan diarrea persistente y pérdida de peso; animales con enfermedad subclínica (portadores-eliminadores); animales con enfermedad subclínica, portadores no eliminadores y animales no infectados.
Existe una correlación entre manifestación clínica de la paratuberculosis y la prevalecencia subclínica de enfermedad. Esta correlación establece que por cada caso clínico hay entre 5 y 10 animales con infección subclínica o inaparente.
Es muy comentar que para el estado clínico de la paratuberculosis, no existen tratamientos de ningún tipo, quedando como único recurso un diagnóstico rápido para su confirmación y la venta del animal.
No hay Tratamiento efectivo hasta ahora.
Por sus características, esta enfermedad es extremadamente difícil de erradicar, sobre todo en países como México que no cuentan con los recursos económicos, la infraestructura ni el apoyo adecuado de las instituciones gubernamentales, así como por la falta de difusión y poca organización de los caprinocultores, además de otro tipo de problemas de índole técnico. Por esto deberán aplicarse básicamente medidas de control encaminadas al menos a bajar la prevalencia y la incidencia de la enfermedad en un rebaño infectado y reducir las pérdidas económicas generadas por ésta.
Para el control, hay algunos elementos básicos a considerar:
· Identificación, separación y/o eliminación de los animales infectados por medio de la aplicación de pruebas diagnósticas en forma periódica.
· Separación inmediata de los cabritos susceptibles para reducir el riesgo de nuevas infecciones, aplicando lactancias artificiales.
· Mejorar la sanidad de la granja (lavar y desinfectar los corrales de partos, evitar contaminación fecal de agua y alimentos, mantener la limpieza en corrales, evitar esparcir el excremento como abono en las pasturas, evitar la sobrepoblación en los corrales, etc.), desparasitar periódicamente a los animales, procurar alimentación adecuada, controlar la entrada de animales nuevos a la granja y no introducirlos al rebaño sin un periodo previo de observación y aplicación de pruebas diagnósticas, y en general, todas las medidas preventivas y de manejo necesarias para controlar ésta y todas las enfermedades.
· Separación inmediata de los animales adultos que muestren signos clínicos sospechosos de paratuberculosis (emaciación progresiva, depresión, anorexia, etc.) y su sacrificio para el examen post-mortem e histopatológico para confirmación de la enfermedad.
