Comparaciones absurdas
Seré lo mas breve posible por no perder mi tiempo en refutar a una persona que no acepta que su partido y su candidata, perdieran la elección para presidente de Estados Unidos.
Solo un resentido, ignorante absurdo individuo como Jorge Ramos se le ocurre comparar a Donald Trump con Nicolás Maduro y Peña nieto, al decir lo difícil que es sacarlos del puesto de una manera “legal” .
Comparar una Democracia como Estados Unidos, un país con elecciones cada seis años como Mexico y una Dictadura como la de Maduro, aunque con apariencia de democracia es mas ilógico que comparar peras y manzanas ya que al menos estas dos son frutas.
Afortunadamente es tanta la diferencia, que las personas ya no somos tan fácilmente engañados por estos “reporteros” que quieren guiar la opinión pública.
Para mi y seguramente para muchos, si en seis meses, NO se han encontrado evidencias de intervención de Rusia o actos que justificaran un juicio político, es prueba de que es puro humo y nada de fuego. Lo mejor para el país del Norte es hacer lo que siempre han hecho después de las elecciones. No soy Republicano ni Democrata, soy Estadounidense y a trabajar
Raimundo Portilla
Ciudadano de Torreón
Una valiente denuncia
Durante los últimos días hemos dispuesto de datos sobre la familia y sobre los nacimientos, verdaderamente preocupantes, una sociedad con más muertes que nacimientos.
Eso en unos momentos en los que el debate político se centra en las políticas sociales, la economía y el empleo, existe soterrada una gran batalla antropológica que tiene como centro la familia.
También somos conscientes de que la Iglesia se ocupa afanosamente, y casi en soledad, sólo entidades pro familia y grupos menores se mueven con las fuerzas que tienen, de sostener la institución familiar como garantía de futuro y de estabilidad social. Mientras, la “ideología de género”, asumida y defendida desde tribunas intelectuales y políticas, se dedica sistemáticamente a disolver sus cimientos. En este contexto el cardenal Robert Sarah, Prefecto para la Disciplina de los Sacramentos, declaró en Ávila su firme convicción de que existe un esfuerzo planificado para destruir la familia y el matrimonio, que tendrá consecuencias letales para la humanidad. Al tiempo.
Jesús Domingo Martínez
Girona, España