Definen. El senador Mitch McConnell comentó que están considerando retrasar el inicio del debate.
En un revés doloroso, líderes republicanos del Senado decidieron ayer martes aplazar la votación de un proyecto de salud hasta después del receso del 4 de julio. Una rebelión republicana los obligó a replegarse porque se quedaron sin los votos necesarios para comenzar a debatir la medida.
El líder de la bancada mayoritaria del Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, avisó el martes a sus colegas durante un almuerzo privado al que también asistió el vicepresidente Mike Pence y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus.
"Creo que este es un paso importante. A decir verdad, yo no estaba lista" para votar, dijo la senadora Lisa Murkowski, republicana por Alaska, una de las críticas de la iniciativa de ley. Cuando se le preguntó si es que la medida podría atraer suficientes votos, ella respondió: "No sé".
El senador Lamar Alexander, republicano por Tennessee, dijo que el aplazamiento fue una decisión "sabia". "Actualmente estamos cerca de llegar a un acuerdo, pero hay diferencias importantes que siguen pendientes".
Senadores republicanos planeaban ir a la Casa Blanca el martes para reunirse con el presidente Donald Trump. McConnell esperaba que la medida fuera aprobada en el Senado para este fin de semana, antes del receso por el Día de Independencia. Líderes republicanos temen que los opositores de la iniciativa socaven el apoyo logrado durante el receso.
La propuesta, que anularía casi toda la ley de salud promulgada por el expresidente Barack Obama _conocida como Obamacare_ ha sido una de las prioridades más importantes del partido durante muchos años.
