EL BOSQUE TIENE SED
Según los principios de la ecología, vivimos en un nicho ecológico, eso quiere decir que nuestra vida depende de lo que nos rodea, hasta de la más ínfima hormiga. Lo que le pase a la naturaleza nos afecta en la calidad de vida que pretendamos tener, más si se trata del principal pulmón de la ciudad.
El problema es que si el Bosque no tiene agua, corre riesgo la vida de los árboles, y por lo tanto, también corre riesgo la vida de la ciudad. Con el aumento del tráfico, que es contaminante del medio ambiente y la falta de vegetación, que es un medio para combatir la contaminación, pronto viviremos los grandes problemas que se viven en la capital.
Se han perdido infinidad de palmeras; si nos ponemos a pensar el tiempo que tarda en crecer un árbol, para la ecología, lo de las palmeras, fue una verdadera hecatombe. No sé si eso sea culpa de alguien. Lo que si puede ser culpa es poner en riesgo la vegetación que existe en el Bosque Venustiano Carranza y que por falta de agua puede morir.
Se trata de una bomba. Habrá que componerla. Que no hay presupuesto, tendremos que buscarlo. ¿Cómo no va a haber presupuesto con tantos millones de pesos que se han invertido en las campañas políticas y en los partidos negocios familiares que de ninguna forma nos beneficia? El pueblo tiene que poner en riesgo su salud ambiental porque se han gastado todo el dinero en mantenerse en el poder a ultranza.
Gentes de buena voluntad han opinado que las personas que asisten al Bosque pudieran aportar un peso en cada entrada. Con la desconfianza que existe ahora, quien va a recolectar ese peso. Como siempre que se trata de dar, todo mundo protesta, me parece difícil esa solución.
Otra proposición sería acudir a los buenos samaritanos, ingenieros que le saben a eso de las bombas y se encarguen de su compostura. Se les podría conceder un recibo deducible de impuestos o permitir que pongan un anuncio de su empresa en un lugar visible.
Se podría hacer la petición a Lala que parece tener un interés especial en esa área a causa de los maratones. Hay muchas cosas que se pueden hacer teniendo iniciativa, el problema es eso: ¿Quién debería de tener esas iniciativas? ¿A quién se puede dirigir uno en caso de tenerlas? ¿Hay confianza?
Los que dicen que es problema del estado o del municipio tienen razón, para eso pagamos impuestos, o si no, ¿para qué pagamos impuestos?
Pero ya que estamos en esto de la vegetación, podría implementarse un gusto por los buenos jardines en nuestra ciudad. En Torreón Jardín, se ha hecho un intento y le da una buena vista al lugar donde se hizo. Podría hacerse mejor, no cabe duda. Es todo un arte esto de la jardinería municipal que cambia el medio ambiente volviéndolo agradable.
En Francia, son importantes los jardines, aunque estuvieron hechos para la nobleza, ahora lo pueden disfrutar hasta los turistas. El pueblo, con mayor razón, tiene derecho a tener jardines disfrutables, bien cuidados, artísticos, con unas cuantas fuentes, con unas tantas esculturas, con lugares adecuados para poder disfrutar en familia.
Ahora, que se van a poner a funcionar los carritos voladores (Teleférico), nuestras autoridades deberían de ponerse a pensar lo que se va a ver en el trayecto. Eso también es ecología; la contaminación visual existe.
La ciudad en la que queremos vivir tiene que recuperar la dignidad que siempre ha tenido y eso se hace con pequeños detalles. Lo malo es que en las últimas décadas, los pequeños detalles, y la gente que los aporte, han ido desapareciendo sin que a nadie le interese reponerlos. Ejemplo: La calle de los escritores, las esculturas de los famosos en la Alameda, el busto de Einstein que no sé en donde quedó. Estaba afuera del Tecnológico de La Laguna.
Volvamos al Bosque. La ciudad no puede darse el lujo de perder ningún árbol más. No se puede dejar el problema a la siguiente administración. (Eso es lo que quieren, dejar problemas y vaciar las arcas para hacerlos fracasar). Del Bosque depende la salud de los ciudadanos. Es nuestro pulmón, tenemos que respirar aire puro.
