Qué pesadilla imaginaron los aficionados al beisbol en La Laguna con la salida de Ricky Álvarez, el mejor bat de la Liga, que hoy aparece en las estadísticas oficiales con la "abreviatura" YUC, cuando sus impresionantes números los hizo bajo la franela guinda del Unión Laguna.
Incluso en la gorra que porta en la fotografía de la página de la LMB se pueden distinguir las emblemáticas letras "UL".
¿Y a qué obedece el cambio si no es a ese mal tan recurrente en el futbol mexicano y que ahora pega en el centro del diamante del Estadio de la Revolución? La "maldita" multipropiedad de equipos.
Ricky Álvarez pasó de Vaqueros a los Leones de Yucatán por ser el "primer" equipo de sus dueños. También se fue Maikel Cleto, cerrador, y Édgar Osuna.
A cambio llegaron varios lanzadores y peloteros de estadísticas discretas o perfectamente olvidables.
Pero pese a la mala noticia de la salida de Álvarez, el equipo respondió en la primera serie como local después del desproporcionado cambio con Leones. Vaqueros ganó la serie al segundo lugar de la Zona Sur, aunque con marca perdedora de 35 triunfos y 36 derrotas, los Pericos de Puebla.
Tras resistir ante los "emplumados", llegó una paliza de 15 a 0 (a favor) el viernes pasado en el primero de la serie ante los Bravos de León, el equipo con peor marca de toda la LMB.
Y párenle de contar. Sábado y domingo, derrotas consecutivas, inesperadas y definitivamente no calculadas en la temporada de los guindas.
Lo más triste: en ninguno de los seis días de beisbol en la semana en La Laguna, la asistencia en el tradicional estadio rebasó los 3 mil aficionados. Con todo y sus promociones.
Y es que la afición no es tonta, ni se conforma con cualquier cosa; están molestos por ese desprecio mostrado a la franela guinda por parte de los que toman las decisiones en la oficina.
Ojalá pase algo que impida una caída del equipo en la indiferencia de quienes lo manejan, que el beisbol estaba bien posicionado en la región incluso antes de que el futbol se robara los reflectores, hace ya varios años.
Algo similar recuerdo en temporadas anteriores, cuando apenas alguien comenzaba a destacar en Vaqueros, de inmediato lo vendían a los Diablos Rojos del México. ¿Qué ilusión puede construir un aficionado con este 'modus operandi'?
Vaqueros hoy es quinto lugar de la Zona Norte. Lo menos a lo que podemos aspirar es que se metan a playoffs. Aún hay tiempo.
Pensaba hablar de la Selección Mexicana y la campaña contra Osorio, pero de eso ya se ha hablado mucho. Y no veo que haya tanto qué decir.
El colombiano (que ese parece ser su pecado) lleva al Tri tranquilo a la clasificación al Mundial de Rusia del año entrante. Lo metió a semifinales de la Confederaciones, instancia a la que México no llegaba desde 2005. Derrotó a un equipo europeo por primera vez en el torneo y empató con el campeón de ese continente. Y así, singulares números hablan por él.
¿Le seguimos? @Foko_54.
