Ilícito. Preocupa espionaje telefónico a periodistas y activistas, por parte del gobierno mexicano. (ARCHIVO)
El probable espionaje que han sido objeto periodistas y activistas es un tema grave, porque se trata de un atentado a la vida personal de actores claramente específicos, señaló Marco Zamarripa, director del Consejo Cívico de las Instituciones (CCI) Laguna.
Indicó que aquí también resulta además preocupante que quien debe investigar es precisamente la parte acusada.
"Lo también preocupante es que, ante la negativa del gobierno de no estar involucrado, es inminente que caeremos en un vacío de que la parte que debe investigar es precisamente la parte acusada, toda vez que hurgar en la vida privada sin mandato judicial es delito", expuso, "sin duda otra rayita más a la impunidad".
Como se informó oportunamente, defensores de Derechos Humanos, activistas y periodistas presentaron una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) por espionaje político por parte del gobierno federal, y exigieron de las autoridades rendición de cuentas, apertura en la investigación, sanciones contra los responsables y reformas para regular la vigilancia digital.
El diario The New York Times publicó de una investigación realizada por Citizen Lab, con ayuda de las organizaciones civiles Social TIC y la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), que expone que dependencias del gobierno mexicano espiaron a periodistas, activistas y familiares de éstos a través de un malware que infecta sus teléfonos celulares llamado "Pegasus".
The New York Times documentó y expuso los casos de personajes como la periodista Carmen Aristegui y Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad, quien redactó e impulsó la llamada Ley "3de3", así como abogados que indagan el caso Ayotzinapa.
La investigación explica que desde el año 2011, al menos tres agencias federales han gastado casi 80 millones de dólares en programas de espionaje de una empresa de origen israelí llamada NSO Group.
Se trata de un software que se infiltra en los teléfonos inteligentes y otros aparatos para monitorear cualquier detalle de la vida diaria de una persona, desde llamadas, mensajes de texto, correos electrónicos, contactos y calendarios.
Rastreo
Sin privacidad:
⇒ El rastreo hasta permite utilizar el micrófono y la cámara de los teléfonos para realizar vigilancia.
⇒ De acuerdo a la firma, esta herramienta se vende exclusivamente a los gobiernos bajo la condición de que sólo sea utilizada para combatir a terroristas.
