Columnas Deportes

Al Larguero

MUNDO PROPIO

ALEJANDRO TOVAR

Ya hemos dicho que cuando está desprevenido es cuando el hombre pone mejor de manifiesto su carácter y de esas reacciones no puede escapar a los juicios, menos si se trata de un técnico de futbol, que de acuerdo a los conceptos que ahora mismo se manejan, se van convirtiendo como en uno de esos magos que deben preparar y repasar todos los trucos desde mucho antes del show.

El primer deber del hombre es vencer el miedo pero el DT no puede, siempre tiene temor de todo y aunque lo oculta con gesto adusto y una mirada elusiva, padece porque tiene miedo de la verdad, de la fortuna y a sufrir arbitrajes "adversos" pero domina bien la idea de que no hay temor que esté desprovisto de alguna esperanza y no hay esperanza desprovista de algún temor.

El hombre de futbol, porque lo es 24 horas al día, finge no estar pendiente de todos los programas de tv y los principales diarios, elude dar mérito a los comentaristas famosos y se llama a sí mismo como un divorciado de los medios, cuando la realidad es otra porque todo lo repasa, hace análisis certeros, documentados, ágiles y los estudia, aunque siempre con vista pasional.

No confía demasiado en sus jugadores, porque éstos, inteligentes como son, saben analizar al viejo y no tan sólo definen su carácter, sino que intuyen lo que pueden hacer y dejar de hacer, pues ellos quisieran vivir en la semana sólo trabajando con la pelota, sin que la exigencia física les reclame más tiempo. Sólo la redonda puede acompañarlos, incluso más que la mujer.

Cuando es joven, se asemeja a sus tiempos de jugador y seguro que se le puede ver con ese brioso carácter que distingue a los disidentes y rebeldes, que se convierten en carta de identidad. Al paso del tiempo va cambiando y establece su verdadero estilo. Se enloquece constantemente porque los medios son tantos, que le faltan ojos, oídos y sobre todo paciencia para soportarlos.

En el campo tiene que multiplicarse en sus formatos porque ahora mismo los jugadores tienen mayores alcances, por la tecnología, por lo tanto debe poseer, aparte de una gran capacidad de trabajo, conocimientos y verbo que convenzan a los incrédulos pupilos, tan acostumbrados a sospechar, por lo tanto el técnico debe ser diestro para ser un buen contador de cuentos, como igual debe poseer facultades para un encantador de serpientes.

[email protected]

Leer más de Columnas Deportes

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Deportes

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1352318

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx