Mucha expectación causaba la final entre la mejor defensa de Europa contra el ataque más temerario, pero aquí no es la NFL y las defensas no ganan campeonatos.
¿Cómo no iba a ganar el Real Madrid, si tiene a un Cristiano Ronaldo que no para hasta conseguir lo que quiere? Si la última línea del campeón italiano se convirtió de pronto en la de los Gallos Blancos del Querétaro, sacando balones a la desesperada y dejándolos a merced del rival. Si las estadísticas le jugaban en contra. Si la grandeza acompaña al Madrid. Si Juventus es la representación viva del Cruz Azul en Europa. Si...
Cierto es que el marcador no refleja el puesto en el ránking mundial de ambos equipos, pero basta que la nave comience a inclinarse de un lado para que todo se derrumbe.
Y así fue. El soberbio gol de Mandzukic sirvió sólo para no perder el interés demasiado pronto en el partido. Pero el destino lo tenía claro, y contra eso no se puede hacer mucho.
Zidane tomó una gran plantilla, la apuntaló y dejó fuera de acción a quien no le aporta, sin romper el vestidor. Se dice que el Madrid es más un conjunto de estrellas que un equipo, pero el francés ha hecho que estas grandes individualidades apunten hacia lo mismo: títulos.
Según la lógica santista (poco tiempo, mucha historia), Zidane debería ser considerado ahora el mejor técnico de la actualidad: dos Champions en apenas año y medio.
No creo que sea para tanto. No todavía.
Sobre la fiesta antes del encuentro, creo que está de más. No hace falta show musical, no es la NFL ni son los Estados Unidos. Irrelevante totalmente; ¡queremos fútbol!
Ahora Carlos Guerrero sugiere que en la Liga MX se implemente una final como en Europa, a un solo juego y con una sede neutral. ¿Es en serio? ¿Qué tal un Santos - Querétaro en el Universitario? Por supuesto que no hablamos de la misma logística de ambas ligas y quienes la llevarían serían los aficionados (de los equipos finalistas y, en muchos casos, hasta los de la sede).
Olvidemos pronto eso, que a la Liga le conviene que haya muchos partidos, de ahí las dos liguillas por año.
El futbol es de momentos. Y ahora el momento es del Real.
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