Estamos muy cerca de que termine ya la temporada de estiaje. Se conoce así a esta época, como el periodo de lluvias mínimas o nulas en las cuencas de los ríos Nazas y Aguanaval, que ocurre durante siete a ocho meses entre noviembre a mayo o junio de cada año, con excepción de algunas escasas lluvias ocasionadas por los frentes fríos en la temporada de invierno-primavera.
Los registros históricos de precipitación pluvial en la cuenca así lo demuestran. Las lluvias en la cuenca y en la Comarca Lagunera dependen de la humedad que llega de las costas cuando ocurre la temporada de ciclones, principalmente en el océano Pacífico y con menor frecuencia en el Golfo de México.
Por lo tanto, la disponibilidad de agua en la región depende de los fenómenos meteorológicos que aportan lluvias en forma aleatoria a la meseta central del norte del país. Con un solo huracán se pueden llenar las presas de la cuenca del río Nazas cuando llega a impactar las costas entre Nayarit y Sinaloa.
La falta de lluvias durante el estiaje se magnifica al incrementarse el calor en la medida en que transcurre la temporada de primavera e inicia la de verano, aumentando el consumo de agua y generando percepciones y pronósticos entre la población sobre una posible sequía.
Muchas pequeñas comunidades rurales sufren por el restringido abasto de agua, por lo que se les suministra agua en carros-tanque (pipas), sin embargo el problema de suministro de agua para beber en estas localidades es permanente al no contar con sistemas formales de abastecimiento, por lo que esta situación se presenta tanto en períodos de estiaje como de lluvias.
Ahora que nos encontramos al final de la época de estiaje, se presenta una mayor demanda de agua en las ciudades y pequeñas comunidades del valle de la Comarca Lagunera, por lo que los organismos operadores de los sistemas deben enfrentar esta situación y proporcionar un servicio continuo de abastecimiento de agua con presiones adecuadas.
Casualmente, durante el estiaje ocurre el ciclo de riego agrícola (marzo-julio) con las consecuentes aportaciones a la recarga de los acuíferos regionales, al presentarse los escurrimientos en el río Nazas desde las presas El Palmito y Las Tórtolas, principalmente en el valle de Villa Juárez.
Esta época de estiaje es temporal y una vez que termine volverá a presentarse el periodo de lluvias de junio a octubre. Independientemente de la época del año, los organismos operadores necesitan fortalecerse y mejorar las eficiencias de sus procesos y nosotros lo que debemos hacer es aprender a cuidar el agua, utilizándola más eficientemente en el riego agrícola, tanto con agua superficial (presas) como con agua subterránea (acuífero) y en las ciudades, tanto en los domicilios como en las escuelas, comercios, industrias y servicios públicos.
