La doble sociedad
Incluso siendo nómadas, los grupos sociales han tenido estructuras jerárquicas. La evolución de esas jerarquías también creció en su complejidad. El tiempo hizo que los filósofos se cuestionaran sobre la mejor estructura con la que debería de funcionar en ese momento. Claramente la sociedad también evoluciono y las teorías filosóficas fueron quedando rezagadas. La estructura de la sociedad romana del siglo III fue muy diferente a la francesa del siglo XVI y a la realidad actual mexicana. Aunque deseáramos tener una democracia como Platón la describe, la realidad es que en nuestro México contemporáneo no se puede aplicar al texto los escritos platónicos. A la mayor parte de la población, no le importa quién es o va a ser su alcalde, gobernador, presidente de la república y mucho menos su diputado o regidor. Me atrevo incluso a afirmar que no conocen el concepto o la finalidad de estos últimos. Estos (la mayoría) ven en el alcalde, gobernador o presidente de la República una figura paterna casi celestial. Para ellos una despensa, tinaco o cualquier otro objeto obsequiado es por la gracia del supremo y no como un medio para obtener su voto. No se dan cuenta, o no quieren darse cuenta, que son utilizados por la misma sociedad.
La estructura de gobierno creada por la misma sociedad mexicana se encuentra en un laberinto sin salida. Busca, sin encontrar la ecuación para eliminar la corrupción del sistema. La última es la creación de un Sistema Nacional Anticorrupción, ¿un qué?, ¿por qué la estructura de gobierno creada por nosotros mismos (sociedad) tiene que lanzar un modelo para vigilar su actuar desde la misma sociedad?, ¿qué esta pasando en las entrañas de esa estructura que esta reconociendo su descomposición interna? Debemos de analizar en forma cronológica las últimas leyes en materia de trasparencia y rendición de cuentas que se han publicado desde 2008. La ley de contabilidad y auditoría gubernamental en cuya exposición de motivas pretende homologar la información financiera en los tres niveles de gobierno. Posteriormente en 2012 la ley Anti lavado (para abreviar). Ahora en 2016 lanzan este Sistema Nacional Anticorrupción, Sistema compuesto por varias leyes y modificaciones a algunas ya existentes. Este sistema se tendrá que replicar en todas las entidades federativas en un plazo no mayor a un año, pero sin sanción alguna si esto no ocurriera. En otras palabras, podrán tardarse un lustro para crear este sistema sin resultados concretos. La sociedad crea un sistema de gobierno y éste, ahora pide ayuda (sin desearla) a la misma sociedad para recomponerse.
Indudable que la corrupción gubernamental se esta exacerbando día a día. Hoy es mas preocupante ya que en tiempos electorales de mediana estatura el cinismo con el que los partidos políticos, sin distinción, la recaudación de recursos económicos y humanos ha sobrepasado la imaginación. ¿Qué nos espera en las elecciones del 2018? ¿A que grado estará dispuesta la sociedad para tolerar esas expresiones y ejercicios de corrupción?
El INE ha sido rebasado por mucho, al grado que ya se encuentra inmerso (por omisión) en esa misma corrupción.
El sistema propone un Fiscal Anti Corrupción. Necesario, pero incongruente. ¿Como es que el Fiscal o Procurador, quien se supone es el abogado de todos los mexicanos y en nuestro caso de los coahuilenses (elegido por la representación popular y sugerido por el ejecutivo), no tiene la confianza de la ciudadanía para perseguir y consignar a los delincuentes de cuello blanco que traicionaron nuestra confianza al desviar o robar los recursos que les entregamos para una buena administración? Esto sólo se explica cuando hay Dos Sociedades.
Sólo mi Opinión.
Víctor Alducín Flores,
Torreón, Coahuila.
