Las doulas

Si se quiere un mundo sin violencia, se tiene que comenzar por tener nacimientos sin violencia, señaló el ginecólogo francés, Michel Odent. En este sentido, cada vez más mujeres optan por buscar partos humanizados.

Silka Guerrero Gutiérrez, educadora psicoprofilaxis perinatal, doula, maestra de yoga prenatal y directora de la asociación civil Nacer Libre, explicó que todos los partos deben ser humanizados, sin embargo, se hace esta diferencia para distinguir de los partos altamente medicados donde la mujer no es protagonista de su experiencia.

“La mujer permanece acostada, el médico desde que llega comienza a administrar medicamento, incluso cuando no se justifica, para la madre el movimiento es muy importante durante el trabajo de parto pero no se los permiten en el IMSS o en el ISSSTE, no les permiten caminar, ir al baño, ni ingerir alimentos ligeros, que es importante para que tengan energía durante el maratón del parto, están solas y el acompañamiento es ideal, sobre todo de la pareja o de un ser querido, para sentirse confiada en el proceso”, comentó.

Señaló que el parto es una de las experiencias más intensas que existen, de ahí que es un derecho de la mujer el estar acompañadas.

Hace algunos años se observó que era necesario “humanizar” los partos, y se acuñó este término para darle nombre a la experiencia donde la mujer es la protagonista y ella puede decir lo que quiere y está acompañada. En este contexto, surge la figura de la doula, que trabaja por la comodidad de la madre.

“Una doula es un acompañante profesional de partos, la palabra viene del griego, que significa esclava, y eso es lo que hacemos, somos como las servidoras máximas de la mujer en el trabajo de parto”, explicó.

Aportar el 'apapacho'

La figura de la doula surgió por la necesidad de dar ese apoyo físico y emocional, que se había perdido cuando los partos comenzaron a ser más intervenciones médicas, pues en la antigüedad eran atendidos por parteras, es decir, mujeres que además de tener el conocimiento, contaba con la experiencia de haber sido madre y podía aportar ese “apapacho” que llegan a requerir las mujeres en esta labor.

Guerrero señaló que el trabajo médico es totalmente el adecuado, sin embargo, indicó que por ejemplo, un mismo doctor debe atender en un hospital público a cinco mujeres a la vez, por lo que no tiene el tiempo para quedarse con cada una en términos de los paliativos para el dolor emocional.

“Una doula le puede acariciar el cabello, meterla a la regadera, abrazarla, decirle que si puede, ponerla en una pelota, todo eso se había perdido, el apoyo en los paliativos para el dolor emocional”, comentó.

Ahora debe estar presente un ginecobstetra para atender el procedimiento, un médico general o una partera profesional, mientras que las doulas se dedican exclusivamente a la atención emocional.

La doula puede trabajar durante el embarazo, el parto o el posparto, aunque esencialmente es en el parto cuando más se le necesita. Durante la gestación puede apoyar a la mujer con masajes, escucharla, pues durante la maternidad se agudiza el tema emocional y ellas son especialistas en esto.

Ya en el parto, deben ayudar en la relajación, con masajes o buscando las posiciones que faciliten la labor, hacerles favores específicos como traer agua, retirar a la suegra, etc.

“Somos el canal de comunicación de la mujer con el mundo para que su experiencia de parto sea más favorable”, explicó Gutiérrez.

En el posparto, se apoya con masajes, el cierre de cadera, la lactancia y sobre todo, el apoyo emocional, que es muy intensa, pues para muchas mujeres no resultan sencillas las primeras semanas. Esto solamente aplica en casos normales, pues si se trata de una depresión severa, debe ser canalizada a una terapeuta profesional.

Experiencia positiva

Silka Guerrero señaló que, al contar con una doula, la experiencia en el inicio de la maternidad es más positiva para las mujeres, pues el nacimiento de los hijos es una vivencia que a todas las marca, pero en algunos casos se puede iniciar con una gran energía.

“Fueron las diosas y protagonistas de su parto, fue una experiencia empoderada y eso les facilita su camino como mamás, y al contrario, también hay mujeres que tuvieron una experiencia negativa y esto les complica su maternidad”, explicó.

Indicó que, el no permitir la decisión de las mujeres o que se les practiquen intervenciones innecesarias como la episeotomía cuando no es justificada, la ruptura artificial de membranas, el empleo de oxitocina, una cesárea injustificada.

“Claro que hay casos donde se justifican pero hay otras donde no, entonces arranca su maternidad con una huella de violencia y eso siempre empaña la experiencia de la mujer”, expresó.

Entonces, en el parto humanizado el médico se encarga de atender la salud de la mamá y el bebé, además de tomar decisiones junto con la madre, mientras que la doula solo acompaña a la mujer para que su experiencia sea positiva y debe ser respetuosa del trabajo del especialista.

“Lo importante es que todos hagamos un muy buen equipo por la mujer y su bebé, que todos estemos a favor de la mamá y el bebé”, expuso.

Capacitación

Una doula debe formarse como educadora perinatal, lo que solo es posible en la Ciudad de México, tiene una duración de un año y medio. Así conoce todo sobre el proceso del parto y los apoyos que se pueden dar a la mujer, además de llevar a cabo prácticas ,para que desde el aspecto de la salud, comprendan bien la labor.

“Si entiendes bien el mecanismo del parto, comprendes cómo apoyar a la mujer para que su pelvis se abra un poco más, para favorecer la salida, entonces sí tenemos que conocer bastante sobre la fisiología del mecanismo”, comentó Guerrero.

Señaló que en México las doulas es un movimiento que surgió recientemente y requiere de tomar mayor empuje, mientras que en otros países más avanzados todas las mujeres son atendidas por partera profesional o médico y todas tienen derecho a una doula, porque esto ayuda a la disminución de los índices de mortalidad infantil y materna, además de que se facilita la labor del especialista.

“Desgraciadamente, en México sólo está en el sector privado”, expresó Guerrero, “yo espero que en un futuro podamos decir que las doulas son parte del sistema de salud en México y que puedan integrarlas en los hospitales públicos, para que puedan ser atendidas por el personal médico y las doulas, estoy segura de que eso traería muchos beneficios”.

Consideró que incluso se ahorrarían muchos costos por intervenciones innecesarias, pues la doula busca ofrecer alternativas para el dolor a la madre, lo que también podría disminuir la erogación en medicamentos.

Los beneficios

Las ventajas de un parto humanizado son:

-Recuperación rápida

-Rápida reincorporación de la madre a su vida cotidiana

- Disminuye la depresión postparto

-Disminuye el riesgo de desgarro anal

-Menos necesidad de sutura

-Menos complicaciones con la cicatrización

-Mayor riesgo de desgarros superficiales

-Reduce riesgo de infecciones

-Favorece inicio de lactancia exitosa

-Menor duración del llanto del recién nacido

-Disminuye estrés en el bebé

-Favorece establecimiento de vínculo materno

-Mejora estabilidad cardiorrespiratoria

-Reduce estrés postraumático en la madre