Las Águilas finalizaron en la novena posición. (Jam Media)
Y la "maldición" de Ricardo Peláez, cayó sobre el Azteca.
La salida del presidente deportivo del América volvió a las Águilas en un equipo de piernas débiles, que perdió sus últimos tres juegos torneo para quedarse fuera de la Liguilla por primera vez desde hace cinco años y medio, además de dejar a la capital del país sin Liguilla por primera ocasión en la historia.
Caída trágica ante Pachuca que se ha vuelto en una de sus "bestias negras". Se recuperó de un 0-2 en contra y cuando tenía el pase en la bolsa llegó ese último tanto de Óscar Murillo que cimbró a Coapa mismo, que cimbró a la cúpula americanista y que dio inicio la "maldición" de Ricardo Peláez.
Drama para todos. El primer tiempo no quedó a deber en alaridos. A los 10 minutos después, el portero de los Tuzos, Óscar "Conejo" Pérez, sacó la suerte de la manga, con una doble atajada. Pachuca contestó con más agresividad y dio sus primeros avisos por medio de Jonathan Urretaviscaya y Franco Jara. Pero la efectividad hizo efecto para el conjunto que más intentó, el Pachuca, con dos anotaciones de Urretaviscaya a los 19' y y 31'.
Las aspiraciones del conjunto local parecían morir tras irse al descanso sin personalidad. El esquema americanista estaba obligado a cambios, por lo que el técnico Ricardo La Volpe sentó a Osmar Mares, Edson Álvarez y José Guerrero, para los respectivos ingresos de Darwin Quintero, Javier Güemez y Manuel Pérez.
Con drama y la emoción, América recobró la garra, el ánimo de su afición y su lugar a la Liguilla al sorprender al "Conejo" Pérez con la igualada 2-2, obra del "Manu" Pérez, a los 68' y 69'. Siete minutos después, Tuzos hizo la travesura con Óscar Murillo, para el 2-3. Aunque la locura se desató en los últimos minutos cuando las Águilas se veían eliminadas, hasta que un gol ajeno -el de Monterrey sobre Morelia- les daba la parcial clasificación.
Sin embargo, Monarcas daría revés a su suerte para imponerse a Rayados y con ello salvar la categoría, avanzar octavo a Liguilla y echar de la fiesta grande a los protagonistas en el estadio Azteca.