Berserk, una venganza endemoniada
La animación goza de un privilegio que hace posible el fenómeno de la atención humana. Una vez enganchado al hilo conductor de la historia el trato ha sido cerrado y lo demás es accesorio, irrelevante.
Guts es, probablemente, el hombre más fuerte en el reino de Midland. Tiene una estatura por encima del promedio, su cuerpo ha desarrollado músculos en los músculos, sus heridas sanan como si fuera un mutante y maneja una espada que es más grande que él y casi tan ancha como su torso.
En los ejércitos regulares y las cuadrillas de mercenarios sólo han existido un par de hombres que le han causado contratiempos. Uno era un general fortísimo y otro el guardaespaldas de una noble de dudosa cordura.
Sin embargo, eso no significa que nunca haya perdido un duelo. De hecho, su historia comienza con una derrota y su destino quedó sellado por otra. La idea del sino inexorable es una constante en el mundo de Berserk.
Las andanzas del también llamado Espadachín Negro, inauguradas en los ochentas por el japonés Kentaro Miura, comienzan en medio de una batalla de corte medieval: murallas, armas de asedio, armaduras, espadas, escudos. Allí surge la figura de un niño armado con un acero que, si atendemos a las leyes de la física, sería imposible de blandir. Su primer acto oficial es asesinar en buena lid, con la asistencia un tanto discutible de la dama fortuna, al general del bando enemigo.
Una vez cumplido su trabajo, el joven soldado va en busca de otra batalla. Ignora que ha llamado la atención de un guerrero formidable y estratega consumado de nombre Griffith, líder de la Banda del Halcón. El primer encuentro entre ambos se salda con una herida infligida por el atractivo y rápido Griffith que incapacita a Guts; el segundo, con una derrota que convierte a Guts en una posesión de su vencedor.
Uno par de años después, ya convertido, hablando de modo figurativo, en un monstruo fortísimo, el futuro espadachín oscuro hace valer una regla de oro de los mercenarios: “Lo que se pierde con la espada, se recupera con la espada”. Recobra su libertad y abandona la banda.
El acto independentista, sin embargo, tiene consecuencias funestas que lo conducen hacia un sitio funesto. Todo ocurre durante un eclipse: la traición, los amigos convertidos en masas sanguinolentas, la mujer amada que es ultrajada por el más querido de sus compañeros de armas. Además, el honrado mercenario pierde el ojo derecho y el brazo izquierdo.
EDAD ¿MEDIA?
Gracias a historiadores que se ocupan en hacer retratos hablados de las mentalidades del pasado sabemos que en el Medioevo las personas no ponían en duda la existencia de seres fantásticos y abominables criaturas.
En la Edad Media de Berserk, el reino de Midland está bajo la influencia del papa, hay tribunales de la Inquisición y órdenes de religiosos caballeros, se encienden hogueras con herejes y brujas, y se administra tortura a los sospechosos y denunciados. El caldo adquiere más sabor gracias a las disputas e invasiones que mantienen en tensión a pueblos y gobernantes.
En ese contexto belicoso y creyente también hay lugar para la sugestión, la superstición y la existencia de seres que van más allá de la comprensión de un simple mortal. Guts y Griffith casi mueren al descubrir la inesperada y aterradora existencia de atávicos demonios. Que el futuro espadachín negro sea el hombre más fuerte del mundo carece de importancia si el enemigo es un ser sobrenatural acostumbrado a usar los huesos de sus víctimas humanas como palillos de dientes.
El menosprecio del que es objeto el joven soldado es uno de sus principales aliados. Los rivales demoníacos suelen pasar por tres estadíos durante sus enfrentamientos con Guts. El primero es la etapa divertida, en la que el humano es una oveja bien entrenada que hace trucos muy originales y será un placer comerlo. La segunda es el enfado, la alimaña se rehúsa a morir, ha perdido su gracia y es mejor aplastarla de un golpe. La última es el fatal desconcierto, un “no sé que ha pasado” seguido de un quedarse quieto que permite el descabello luego de un par de intentos infructuosos.
La legión de enemigos sobrenaturales del espadachín musculoso se divide en dos grupos; el reducido está integrado por cinco jefes a los que se les conoce como La mano de dios, no se sabe cuál es el límite de sus capacidades, en sus escaso tiempo en pantalla se han mostrado capaces de jugar con la materia y la realidad; el numeroso. el de los subalternos, se integra por criaturas conocidas como apóstoles.
Guts ha jurado matarlos a todos. Para ello se ha entrenado y ha llevado sus capacidades a un extremo que rebasa lo imposible.
NOVEDADES
Por estos días, los fanáticos de Berserk están eufóricos. En abril se estrenó la segunda temporada de la animación del cazador de demonios. La historia de ese producto televisivo es un drama para los seguidores que superan las tres décadas de vida. En 1997 se estrenó una primera adaptación audiovisual de la obra de Kentaro Miura.
El último capítulo, sin embargo, no ofrecía nada parecido a un final, la acción se detenía sin que el espectador viera el desenlace de la traición sufrida por Guts y compañía. Los dibujos animados de Berserk quedaron detenidos en el tiempo. Fue necesario que transcurrieran 15 años para volver a ver al espadachín negro en una pantalla. En 2012 apareció la película El huevo del rey y le siguieron dos más en las que básicamente se ofreció a los espectadores la historia que ya conocían gracias a la serie original. Claro, se agregaron algunos detalles, se omitieron otros, pero el felino era en esencia el mismo. Las cintas animadas tuvieron el éxito necesario para que se produjera otro serial televisivo. La nueva vida de Guts en la pantalla chica se transmitió en 2016 y los fanáticos no tardaron en destrozarla.
Para quienes conocen al dedillo el mundo creado por Kintaro Miura (examinadores e investigadores de su versión en papel), en la emisión del año pasado se cometieron pecados imperdonables como el lamentable blanqueo al que fue sometida Casca, la combativa y luego traumatizada novia de Guts.
También surgieron quejas porque los guionistas se saltaron un arco narrativo titulado Los niños perdidos en el que se narran los hechos posteriores al eclipse de la traición y anteriores al momento en que inicia la nueva animación.
Comentarios frecuentes señalan que la narración es floja, los personajes son planos y muchas cosas carecen de explicación.
Sin embargo, la animación goza de un privilegio que hace posible el fenómeno de la atención humana. Una vez enganchado al hilo conductor de la historia el trato ha sido cerrado y lo demás es accesorio, irrelevante.
ATENCIÓN
Las películas y la adaptación noventera gratifican al espectador con una buena historia. La principal razón para seguir las andanzas del espadachín negro es averiguar si la venganza será suya. Cuando uno se ha dejado seducir por Berserk, deja de preguntarse cómo es que en ese mundo humano hay un país de los elfos.
La atención también cumple con su función de llenar vacíos. Abierta la puerta demoníaca, lo que más interesa es la lucha de una bestia para el sacrificio contra unos seres tan fantásticos como crueles.
Acompañar al guerrero en su singladura, compartir los triunfos y pérdidas de la Banda del Halcón, respaldar al único acero que se interpone entre la oscuridad y los ingenuos, los débiles, los petulantes, los cobardes y demás mortales, se vuelven deberes de alguien que se suma a las huestes de Guts.
Junto a Puck el elfo, Isidro el ladrón, Casca la traumatizada y demás personajes, la cruzada del exmercenario reconvertido en asesino de verdugos todavía tiene mucho por ofrecer.
Sin embargo, la única certeza en este mundo (el de verdad) es que los caprichos del mercado (los índices de audiencia, las ventas del DVD) serán quienes decidan el futuro audiovisual de estos personajes inmersos en las espirales del destino.
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