Columnas la Laguna

METÁFORA CIUDADANA

INFINITOS: UNIVERSOS Y CORRUPCIÓN

DR. LUIS ALBERTO VáZQUEZ ÁLVAREZ PH.D.

Hay dos cosas infinitas: el Universo

Y la estupidez humana.

Y del Universo no estoy seguro. Albert Einstein

Según el filósofo griego Parménides, nuestros sentidos nos engañan, haciéndonos creer conceptos imperfectos; y es cierto, en el infinito nos engañan los sentidos, tanto en lo inmensamente gigante como en lo incalculablemente pequeño. Cuando vemos en el firmamento las estrellas y galaxias, creemos son como las estamos observando, pero en realidad, las contemplamos como eran hace miles o millones de años; eso demuestra un universo casi infinito al que los científicos calculan hoy un diámetro de 15 mil millones de años y continúa expandiéndose.

Otro filósofo, Zenón de Elea, buscó demostrar la infinita división del espacio cuando presentó su aporía de la carrera entre Aquiles, el de los "pies ligeros" y una tortuga. Como el pélida sabía que él corría mucho más rápido, da una ventaja inicial. Al darse la salida, Aquiles recorre en poco tiempo la distancia que los separaba inicialmente, pero al llegar allí descubre que la tortuga ya no está, sino que ha avanzado un pequeño trecho. Sin desanimarse, sigue corriendo, pero al llegar de nuevo donde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. De este modo, Aquiles nunca alcanzará a la tortuga, ella estará siempre por delante de él. Así buscaba demostrar que el espacio es divisible infinitamente; hoy científicos del CERN creen que las subpartículas atómicas fermiones, bosones y gravitones, pudieran aún dividirse más: otro infinito.

Resulta que además de las anteriores, existen otras infinitudes, por ejemplo: la velocidad del pensamiento humano; usted puede viajar mentalmente a la galaxia más lejana a mayor velocidad de la luz. De esos infinitos no estamos tan seguros, de lo que estamos ciertos, es del nivel de corrupción que los políticos mexicanos han ido empoderando. La única constante en México, en este sexenio, ha sido la corrupción

A nivel nacional una pregunta que nos lleva a infinitos enojos es: ¿Dónde quedaron 256.000 millones de pesos del presupuesto de gobiernos y del Congreso de México? la Auditoría Superior de la Federación, encontró que entre 2012 y 2014 nunca se comprobó su destino y hasta el momento, el gobierno no ha respondido públicamente al reporte. Además, parece ser que conforme avanza el sexenio, la voracidad crece desmesuradamente; que cada día es aún más grave; de acuerdo a la Cuenta Pública de 2015, la misma auditoria Superior de la Federación, no ha podido encontrar la comprobación o el destino de otros 165.000 millones de pesos, eso en solamente un año. A Petróleos Mexicanos le falta demostrar en que gastó 760 millones de dólares en 2016. Lo que hace infinita la corrupción oficial del gobierno mexicano en todos sus niveles, es la continua repetición de irregularidades jamás explicadas, menos aún castigadas.

Según Miguel Pulido, director de Consultoría Jurídica Independiente, El problema es que casi nunca hay castigo; "Los hallazgos de la Auditoría sufren el mismo destino que muchos otros temas legales en México: no tienen consecuencias". Y eso que la fiscalización es aleatoria, sólo se revisa entre el 11% y el 17% de los recursos; imaginémonos si se auditara al menos el cincuenta por ciento, las arenas del mar o las estrellas del universo no alcanzaría para comparación del desfalco.

El servilismo, también es infinito; se genera cuando la desesperación toma el poder: los diputados coahuilenses han aprobado en la cámara solicitar ante la Fepade, resuelva las denuncias contra el candidato opositor, acusado por cometer fraude para la compra de votos por 70 millones de pesos. Yo no dudo de que la denuncia pueda tener visos de verdad, pero deberán delatarse también otras muchas en contra del candidato oficial que no han sido tomadas en cuenta por ese circo legislativo; algunas como las empresas fantasmas, las bodegas llenas de despensas; la entrega de recursos del erario coahuilense para la elección de 2012, y a lo mejor, hasta pudieran encontrarse libretas con mensajes meritorios de otro rabadán de esos lacayos.

En un discurso propio de quien recibe la "silla de la Real Academia de la Lengua"; el actual ejecutivo federal, expresó, algo que leyó en alguna de las tres obras literarias que le cambiaron la vida: "No hay chile que les embone. Si no los agarramos, porque no los agarramos; si los agarramos, porque los agarramos" y es en esa posición donde brota otro infinito: el cinismo; utilizar acciones realizadas en países honestos para querer disfrazar impunidad, abona el descaro y la desfachatez de quien quiere ver al pueblo mexicano como un imberbe y hasta como idiota. Lo que sigue es exonerar ahora los detenidos; la experiencia existe, ya lo ha hecho en otro caso. Es común soslayar delitos que todo mundo sabe que se cometieron e incluso, que en otras naciones se están persiguiendo, como Odebrecht y OHL; casos de corrupción que alcanzan los más altos niveles del gobierno federal; son solamente un botón más que muestra la infinitud del fenómeno "deshonestidad galopante" que padecemos.

Una característica esencial de los partidos dictatoriales es ser absorbentes de problemáticas, las atraen y convierten en energía con la que luego golpean, ¿Qué se verá venir en el caso del exgobernador de Coahuila, que han decidido darlo de baja? ¿Posibles acusaciones dragonianas que dejarían más baja su aceptación política y quiere salvarse antes del sunami? ¿Por ello tampoco se autoriza el desafuero del extesorero de Javier Duarte?

Parafraseando a Albert Einstein podemos aseverar: "México es infinito en sus riquezas y bellezas naturales y en la corrupción de sus políticos" pero de lo primero no podemos estar tan seguros como de lo segundo.

Leer más de Columnas la Laguna

Escrito en: Metáfora ciudadana

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas la Laguna

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1336244

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx