Cuando el problema ha sido grande y difícil de resolver, los gobiernos en el mundo deciden administrarlo. Esto significa en el mejor de los casos postergar la solución, y en el peor -como sucede en nuestro país- mantenerlo para que sobreviva, para luego capitalizarlo de manera política, en tiempos de elecciones, como sucede con ese combate a la pobreza que desde la creación - en 1992, con dedicatoria a Colosio- de la Secretaría de Desarrollo Social, ha cambiado de nombre una y otra vez, pero no ha sido resuelto; el propósito es atender en sus mínimos, mínimos, las necesidades básicas de la población que menos tiene, que es la más ignorante y por ello la más vulnerable para que se mantenga como rehén de la dádiva y responda con credencial para votar al favor recibido; guardadas las proporciones, tenemos otro problema, también grande y con efectos devastadores: la corrupción de los gobernadores, y que al igual que el de la pobreza, el gobierno ha creado estructuras muy caras que no lo resuelven, sólo lo administran, y también es atendido en sus mínimos, mínimos, sólo para que la sociedad se pueda enterar que existe la intención de resolverlo, aunque en realidad, lo administra y poco a poco va soltando sus perros para que la presa, según convenga, no se le escape, y sea utilizado al final, después de los favores recibidos, con fines políticos, específicamente electorales. Veamos los casos de Duarte, el de Veracruz, de Yarrington, el de Tamaulipas y posiblemente en función de esos tiempos - los electorales- el del otro Duarte, el de Chihuahua, corra la misma suerte que el de Veracruz, aunque esa situación no nos garantice que devuelvan lo que se robaron, ni que sean sentenciados y refundidos en la cárcel. El sistema los crea, el sistema los protege. Los problemas se van acumulando y se va a llegar a rebasar la capacidad de su administración, con lo que es previsible que para el año 2018 ya no tengamos donde guardarlos.
En este escenario se inscribe el esfuerzo ciudadano a través de sus organizaciones en La Laguna de haber conseguido que 5 de los 7 candidatos a gobernador hayan aceptado firmar el compromiso de 10 puntos el pasado 6 de abril que con todo y que prevalezca la idea de que los compromisos de campaña así sean firmados y con testigos, una vez que se llega al poder, fácilmente podrán no cumplirse, el hecho marca un parte aguas en las formas de participación de la sociedad civil en asuntos de interés general. ¿Por qué puede ser distinto el fin de estos compromisos? Se puede estar preguntando usted estimado lector ¿ si incluso el "te lo firmo y te lo cumplo" de Peña Nieto no se cumplió? y mi respuesta es que al menos se han sentado las bases para conseguir que sí se cumpla. Me explico: A estas alturas de la pudrición de un sistema basado en la complicidad de la llamada clase política entendida como partidos políticos, poder legislativo nacional y estatal, gobernantes autoritarios y saqueadores, sectores del empresariado que han sido beneficiarios de las decisiones del poder ejecutivo, y la ventilación de actos de corrupción una semana sí y otra también desde hace tiempo, han provocado en el ánimo de la sociedad una paulatina pérdida del miedo ancestral al reclamo al gobierno y el efecto de ello se ha reflejado en la exigencia en un principio inconexa, pero que con esta firma del compromiso de los 10 puntos, viene a ser prueba de que podemos empezar a actuar de manera organizada, que podemos discutir entre organizaciones sociales y llegar a acuerdos congruentes, sencillos y precisos que empiecen a reflejar el interés general como punto de referencia para exigir y hacer valer nuestros derechos ante el gobierno. En esta colaboración me interesa señalar algunos de los 10 puntos del compromiso en los que podemos involucrarnos para darle consistencia a nuestra presencia en el proceso de gobernar.
El compromiso 1 se refiere a la exigencia de que toda la información relacionada con la deuda contraída durante el gobierno anterior y éste ( los hermanos Moreira), sea del conocimiento del público, lo que implica que la que se mantiene clasificada como reservada, debe desclasificarse; en este caso el planteamiento que se hace es el de establecer nuevas leyes para que esto suceda, y que nosotros como sociedad, nos pongamos al tanto de todo lo que está relacionado con instituciones, funcionarios, entidades públicas de los tres poderes que tuvieron y tienen que ver con este asunto, en otras palabras, no basta la firma del compromiso, es necesario y fundamental que le demos seguimiento y a través del conocimiento de procesos, procedimientos, facultades y atribuciones de los actores involucrados, exijamos su cumplimiento y empecemos a incidir en los asuntos de interés general.
El compromiso 2 que se refiere a la práctica de auditorías financieras durante el proceso entrega - recepción cuando se dé el cambio de gobierno, implica que el esfuerzo por conocer la situación en que se encuentra la administración pública, la sociedad debe estar presente, no como espectador, sino como actor y en todo el proceso; al igual que en el primer compromiso, estamos obligados a tener una participación informada para que estas auditorías sean efectivas.
Estimado lector, en PC 29 nos estamos documentando y preparando para estar presentes en estos procesos, sabemos que no será fácil, pero estamos convencidos que es necesario, involúcrate, te decimos cómo. El balón está en nuestra cancha, es nuestro momento.
En el cajón. Parece que se empieza a perfilar la parte faltante de la personalidad de Riquelme. La frase de campaña de "Menos política y más carácter", nos dice que no entiende lo que es la política, la confunde con grilla, y por el tono de voz, el carácter, como sinónimo de autoritarismo; tal parece que la ignorancia usada como gancho para atraer simpatías y votos, se conjugan para cerrar el cuadro cuando dice que "ya no vamos a mantener otros estados", en fin, sabemos que los olmos no dan peras.
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