José Carlos Ureña volvió a tener otra gran noche al batear su cuarto jonrón desde que llegó al Diablos Rojos del México "caído del cielo" y al terminar la jornada del martes su promedio está en los .448. Además y durante una novena entrada en que los Rojos dejaron escapar una gran oportunidad de empatar demostró que también puede tocar la bola ya que le dieron orden de una "planchita" para poner en posición de anotar las dos posibles carreras del empate. El cuadrangular, un batazo fuerte y lejano que venció la barda del jardín derecho, fue sobre el pitcher dominicano Frankie de la Cruz que ha estado invencible este año al mostrar un récord de 5-0 en la actual temporada con dos de los triunfos siendo sobre los Diablos a los que blanqueó en Saltillo.
De la Cruz trabajó siete entradas en tres carreras y fue sobre los relevos que los Diablos tuvieron su gran chance en la novena entrada cuando perdiendo por 5-3 los dos primeros bateadores del inning recibieron bases por bolas. Vino entonces el momento en que el mánager Miguel Ojeda tuvo que decidir su plan de ataque: dejar libre a Ureña que es mejor bateador que los que le seguían en el orden o buscar el toque de sacrificio para poner el empate en posición de anotar. Ojeda se decidió por esto último lo cual le resultó mal aunque colocó en tercera y segunda las posibles carreras del empate con tres oportunidades de un hit para lograrlo. Todavía la casa se llenó con un solo out en una rola lenta de Ricardo Valenzuela por tercera en que los corredores no pudieron levantar el ancla pero entonces el alto mando sarapero con Orlando Sánchez manejando la batuta llamó al pitchet zurdo Jorge Ibarra para que se enfrentara al bateador zurdo Juan Carlos Gamboa. La verdad es que todos esperábamos que Ojeda respondiera la estrategia con un bateador derecho pero no fue así y Juan Carlos Gamboa tuvo un turno muy malo al abanicar el tercer strike que fue el segundo out. La última esperanza quedó en manos del joven Yousamat Cota que jugó la primera base en lugar de Luis Alfonso García y después de llegar a cuenta máxima de tres bolas y dos strikes abanicó un lanzamiento bajito que hubiera sido la cuarta bola para de esa manera terminar el partido, dejando a los aficionados rojos vestidos y alborotados éstos son los juegos que los Diablos nos tienen acostumbrados a ganar, con ataques de última hora, una marca registrada desde los tiempos de su fundador Ernesto Carmona. Pero no todos los días en Sam Juan hace aire y nos quedamos con la pregunta en la cabeza que nos quitó parte del sueño de lo que hubiera sucedido si Ureña recibe luz verde en bateo libre en lugar de venir la orden del toque de sacrificio. Pero las opciones en el toque lucían buenas aunque dejaron la decisión del partido en los bateadores que ocupan los últimos lugares del "line up". La estrategia funcionó pero para Orlando Sánchez y los Diablos dejaron escapar las orejas y el rabo cuando los "matadores" pincharon a la hora de matar.
