Impertinencia
Son creyente católico y ocasionalmente asisto al templo del Perpetuo Socorro en la ciudad de Torreón, aunque pertenezco a otra parroquia dado mi domicilio. Desde hace tiempo, me doy cuenta que las homilías de los sacerdotes que atienden a ese templo son de lo más impertinente posible. Contienen de todo, menos de temas religiosos, eso por un lado, y por otro, son extremadamente largas. Estimo que los contenidos de carácter católico deben ocuparse de fondo y forma de mensajes conforme a la creencia católica, y deben ser preparadas concienzudamente, ahí no caben improvisaciones ni temas ajenos.
Además, en misas de domingos introducen algo realmente raro, “el arcón”, casi un pretendido acto de magia o sorpresa, ajeno totalmente con el canon propio de la misa. ¿El obispo de Torreón estará enterado de estas impertinencias que suceden desde hace tiempo en ese templo? Creo que a esa autoridad le corresponde poner en regla lo señalado. Juzgo que así como la clerecía se ocupa de juzgar con frecuencia a la autoridad civil- que resulta buena crítica constructiva, así la autoridad eclesiástica debe atender estos desvíos claros en su propia materia.
Miguel Ángel Hernández.
Torreón, Coahuila.
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El voto comparado
Se ha hablado hasta el cansancio de que se aprovecha la economía al día de mucha gente para vender su voto.
Pero no se ha analizado en profundidad la manera de evitar este fenómeno.
El sistema político mexicano se ha aprovechado de las necesidades de la población económicamente débil para hacer su promoción en tiempos principalmente de elecciones y hacer que por lo menos en ese momento, satisfaga sus necesidades más apremiantes. La sociedad pensante y consciente admite y ve esta realidad; sólo a veces comenta esta situación, pero no analiza ni propone la manera de evitarla. Debemos recordar, permitiendo esta comparación ajena, pero a la vez similar a esta situación, que si no hubiera drogadictos no habría quien vendiera drogas.
Si no resolvemos primero el problema de la marginación y una mejor distribución de la riqueza seguirá el actual sistema político haciendo de las suyas.
Si no participamos en lo anterior y en la vigilancia de los que, por encargo nuestro gobiernan, seguirán la mayoría de los partidos políticos haciendo de las suyas.
Esto último es más fácil si dedicamos un tiempo con propuestas y participación y salimos de nuestra zona de confort.
Si no llevamos a las universidades estas inquietudes, no habrá semilla que germine para las próximas generaciones.
Si no inculcamos en nuestras familias la inquietud de participar sin tranzar, seguirán muestras hijos y nietos la costumbre actual de la frase “el que no tranza no avanza”.
Jesús Humberto Orduña R.,
Ciudadano lagunero.
