(Primera parte)
Escribir y recordar de lo que actualmente es el Parque Ecológico Los Fundadores, "con cuyo nombre se rinde homenaje a todos aquellos hombres, nacionales y extranjeros, que con fe, confianza y empeño dieron vida a esta gran ciudad".
Prácticamente, este lugar terminó con un gran problema que existió durante muchas décadas y que se ubicaba inmediatamente a la entrada principal a Torreón, a tan sólo unos metros de cruzar el puente plateado o anaranjado que une a dos estados: Durango y Coahuila, y a la vez, a tres grandes ciudades: Torreón, Gómez Palacio y Cd. Lerdo, Dgo., donde se ubicaba una de las zonas de tolerancia más conocidas a nivel nacional, y que por referencia, era muy popular por doquier.
Si mal no recuerdo, este lugar se encontraba enclavado en lo que en aquella época correspondía a la colonia Maclovio Herrera, y durante las campañas políticas de cambio de gobierno municipal, como lo estamos viviendo en estos días, era el clamor de los habitantes de la misma colonia, así como de las circunvecinas, de que se retirara de ese lugar y que se ubicara en las afueras de la ciudad, si fuere necesario, o en el mejor de los casos, desapareciera, pues aun cuando en muchas ocasiones oí mencionar de que a pesar de todo "era un mal necesario", esta frase no convencía a los habitantes de sus alrededores.
Fue en el período de gobierno municipal encabezado por el Lic. Carlos Román Cepeda (1991-1993), cuando "de la noche a la mañana", se empezó a desmantelar cuanta construcción había dentro de ese lugar, misma que estaba resguardada por una barda perimetral, y en pocas semanas, tan sólo quedaba el recuerdo de lo que había ahí existido. Fue hasta la administración municipal encabezada por Jorge Zermeño Infante (1997-2000), quien al año siguiente, el 28 de mayo de 1998, acompañado del Gobernador del Estado, Rogelio Montemayor Seguy, colocan la primera piedra de lo que sería el Parque Ecológico más hermoso de la ciudad, ocupando una área de 54,600 metros cuadrados, que de manera directa beneficiaría a cuando menos diez colonias del sector poniente, y fuimos testigos de cómo poco a poco, pero de una forma constante, se fue transformando el lugar, haciendo realidad al proyecto de lo que más tarde cambiaría una de las principales entradas al estado y a la ciudad y a la vez mejoraría el entorno del lugar y la forma de vivir de los habitantes de las colonias aledañas y sobre todo serviría para alejar tanto a jóvenes como a niños de actividades que ponían en peligro su integridad física, así como el futuro de cada uno de ellos. Catorce meses después, el 30 de julio de 1999, fue inaugurado.
De estos recuerdos, están por cumplirse 18 años y muy seguramente ya los niños de aquellos entonces, jóvenes de la actualidad, están viviendo en un lugar muy diferente a donde habitaron tanto sus padres como sus abuelos y del "sector rojo" fue pasando al olvido y hasta la fecha no se ha vuelto a construir en ningún otro lugar de la ciudad.
Recuerdo que pocas semanas después de la inauguración, redacté una carta dirigida al Presidente Municipal (actualmente en campaña para ocupar nuevamente el mismo cargo) y me hicieron llevarla a una de sus más cercanas colaboradoras. ¡La recuerdo perfectamente bien en la oficina que se le tenía asignada! De inmediato, observé su prepotencia, su altivez y mucha falta de educación para atender a los ciudadanos que la visitábamos; jamás se dignó ponerme atención y "verme cara a cara" mientras yo hablaba, y mucho menos me prestaba atención, pues mientras le daba a conocer el contenido de la misiva que le iba a entregar, se "dedicaba a buscar documentos de los cajones de su escritorio o de los que tenía a la mano".
En la carta que le entregaba, les mencionaba que dado los antecedentes del personaje cuyo nombre llevaba la colonia y conocer algo de su historia y de su trayectoria durante la Revolución, sugería que la administración en turno erigiera dentro del Parque Los Fundadores, no un busto, sino una escultura ecuestre del personaje conocido en la historia nacional como el General Maclovio Herrera, y por supuesto, y lo que ya es una costumbre de las autoridades, jamás recibí respuesta a mi ponencia y la sugerida escultura ecuestre jamás se construyó.
A un aniversario más del asesinato del personaje en mención, conozcamos algo de su trayectoria patriótica...
