Columnas Social

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Juan Recaredo

El lenguaje de los toros

Hay quien lo acusa de ser un espectáculo cruel e inhumano. Por otro lado, hay quien lo considera un arte sublime de gran belleza. El hecho es que el espectáculo de lidiar toros, o sea, la tauromaquia, tiene profundas raíces en el pueblo español, y al llegar ellos a América nos lo trajeron, todavía no sabría yo decir si para bien o para mal.

El hecho es que las corridas de toros existen y sobre ellas se derrama la pasión de los aficionados que hablan fuerte y gesticulan mucho acerca del desempeño de un matador en el ruedo.

Existe pues la tauromaquia y tiene su terminología muy especial. Cuando menciono por ejemplo la palabra divisa, muleta o macho, si estoy hablando de los toros, el significado de cada uno de esos vocablos es muy diferente a cuando el tema es cualquier otro.

La divisa en lenguaje ordinario es una moneda extranjera, pero en la tauromaquia, es un lazo de cintas de colores que identifica a la ganadería del toro que sale al ruedo bufando como una locomotora cuando se le va a lidiar. La muleta en lenguaje común es un artefacto de madera o de metal que sirve para que se apoye una persona que tiene dificultad para caminar. En los toros, la muleta es un palo del que cuelga un lienzo rojo que le sirve al torero para engañar al toro y que baje la cabeza para que el torero lo pueda matar "como Dios manda".

Para cualquier mortal, un macho pues es un ser vivo del género masculino, pero cuando un torero le dice a su mozo "amárrame los machos", no se está refiriendo a algunos animales, sino a las borlas que sirven para ajustar el calzón de su traje a las corvas del torero.

Si a mí me dicen que van a descabellar a un toro, pues me imagino que lo van a rapar, o por lo menos, que lo van a despeinar, si es que antes hubiera sido posible peinar a una bestia brava de media tonelada de peso. Pero en una corrida, descabellar a un toro es algo más que desgreñarlo, es darle muerte instantánea enterrándole una puntilla en la cerviz, cosa que al animal no debe hacerle mucha gracia.

Si usted visita la bellísima ciudad de Guanajuato, le encantará pasearse por alguno de sus callejones que son hermosas calles estrechas muy coloniales. En una plaza de toros, el callejón es el espacio existente entre la valla que circunda el redondel y el muro en que comienza el tendido.

La montera es el sombrero del torero, la coleta es un mechoncito postizo de pelo que se ponen los matadores, el morrillo es una porción carnosa que tienen las reses en la parte anterior del cuello, donde hay que clavar la espada para matarlo, en fin, hay muchos más vocablos qué aprenderse si queremos entender algo de lo mucho que sucede en una corrida de toros.

ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO: [email protected].

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Soy maestro de primaria y el libro de español contiene una lección que se titula: "La cucaracha comelona". Según yo sé, no se debe de decir comelón, sino comilon, por lo tanto, debería de llamarse "La cucaracha comilona". ¿Estoy en lo correcto? Raul Chapa, de Tampico.

RESPUESTA:

El Diccionario de la Academia de la Lengua acepta ambas formas: comelón y comilón.

Y me voy con esta frase casi filosófica: La felicidad no existe. Sólo existen momentos felices. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1333084

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx