Paseo. Un paseo inolvidable los visitantes podrán tener al visitar en lancha el manglar, al descubrir cocodrilos y aves.
Faltan pocos días para que se terminen las vacaciones, por lo que sería ideal salir de vacaciones en familia y con amigos. Tal vez viajar a una playa como Mazatlán muchos estarían a favor, pero que tal darle un giro importante a la visita de Sol y playa como acostumbra y conocer de cerca Verde Camacho, la Reserva de la Tortuga Marina.
El santuario en donde se ayuda a las tortugas a conservar su especie mediante el resguardo de los huevos de tortuga, los cuales dejan en la arena y que son cuidados hasta el momento que salen del cascarón, para luego liberarlos en el mar del Pacífico.
Este sitio se localiza, en Mármol de Salcido, municipio de Mazatlán Sinaloa. En 1986 el área fue decretada Zona de Reserva para la Tortuga Marina y en 2002, se recategoriza como Área Natural Protegida, con la designación de Santuario y sitio Ramsar en 2004 bajo el nombre de Playa Tortuguera El Verde Camacho.
Lo interesante de este santuario tortuguero es que se trabaja de la mano con biólogos marinos y pobladores de comunidades vecinas, quienes dividen su tiempo en la agricultura y en la preservación de esta especie.
El coordinador del campamento Tortuguero El Verde Camacho es el biólogo Daniel Ríos Olmeda, quien trabaja con gran entusiasmo en esta tarea ecológica, tanto en el cuidado de la tortuga Golfina como del manglar, en donde se muestra la extensa fauna y vegetación existente.
Cuando se visita este lugar se inicia con una plática sobre la tarea que realizan y las características de la tortuga que ahí se protege y las especies que ahí cohabitan. Posteriormente se camina hacia la lanza para cruzar una parte del manglar. Si tiene oportunidad colóquese en los primeros lugares de la lancha, ya que podrá tomar las mejores fotos.
Los visitantes que acudan en familia o con amigos podrán ver iguanas, serpientes y cocodrilos, así como una extensa lista de aves que van desde los búhos, carpintero, cigüeña americana y halcón peregrino.
La lista de mamíferos es muy extensa, ya que va desde armadillos, conejos, coyotes, gato montés, liebre, mapache, venado cola blanca, tejón, jabalí y tlacuache.
Si tiene suerte puede ver en su hábitat a especies como cocodrilos o iguanas, así como a pescadores que acuden a pescar disfrutando del lugar.
Posteriormente, se acude a visitar el tortuguero, en donde se tienen a los huevos de tortuga en una especie de incubadora, esperando a salir de su cascarón.
Se explicó que en este sitio durante todo el año se protegen las nidadas de tortugas y su entorno del área, liberando las crías de los huevos colectados participando en estas actividades alumnos de escuelas de todos niveles, empresas interesadas en conservación del medio ambiente y usuarios del área protegida.
Por la hora de la mañana sólo se mostró cómo se realiza una liberación de tortugas pequeñas sobre la arena, ya que existen depredadores que al verlas las acechan y las cazan. Por ello, la actividad se hace por la tarde-noche, evitando que aves depredadoras las atrapen antes de llegar al mar.
Aunque fue una práctica sencilla, la sensación de liberar a un ser vivo, a una pequeña tortuga, es inexplicable, por lo que hay que hacerlo para ver la gran responsabilidad que tiene el ser humano de mantener un equilibrio en la naturaleza y colaborar para su conservación.
Los lugareños que trabajan en el cuidado del santuario ven positivo que esta actividad de conservación perdure, ya que poco a poco está generando ingresos que les permite mejorar su calidad de vida y no depender sólo de las labores del campo, en donde es un trabajo temporal que hacen en las tierras de otros.