‘El que se lleva, se aguanta’, dice el dicho. (YOUTUBE)
Gracias al cine, la televisión y la cultura popular, tenemos una idea de cómo actúa un guardia real, siempre atento, preparado, enfocado y sin moverse.
En efecto, los miembros de la Guardia Real Británica están obligados a permanecer serios e inmóviles, incluso ante las muecas y gestos de la gente, sin importar qué tan absurdos o molestos puedan resultar.
Pues este turista probó su suerte en el palacio de St. James, en Londres, y lo que sucedió fue que el uniformado perdió la calma y le dio un buen susto al sujeto, que bailaba cerca de él.
Y, como dicen algunos cometarios en la red, eso le pasa por molestar a quien no se debe.
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