William Shakespeare es recordado como el escritor más importante de origen inglés y como uno de los más influyentes de la literatura universal.
El célebre apellido ha cobrado vigencia en la isla británica en fechas recientes; el "Dramaturgo" ha vuelto.
No se sientan ofendidos los intelectuales, a los cuales no les debo una disculpa por la burda comparación que me dispongo a hacer, porque de antemano descarto que empleen un minuto de su valioso tiempo en la lectura de estas líneas. Pero hay un Shakespeare que anda haciendo ruido en la actualidad, candidato al mejor entrenador de marzo en el futbol británico.
Se trata de Craig Shakespeare, quien tomó el lugar del italiano Claudio Ranieri, artífice de la gesta deportiva más impresionante en los últimos años al llevar a un modesto equipo a la conquista de la Premier League.
'Shakey', como también se le conoce al técnico del Leicester City, no ha perdido desde que tomó el control en el banquillo de los "Foxes"; tres victorias claras en la Liga, una más en la "Champions League" y el consecutivo pase a los cuartos de final del prestigiado torneo.
Y el cuento de hadas tendrá que convertirse ahora en novela, la primera de Shakespeare.
Parece pronto, pero el Leicester recuperó la mística y su alegría por jugar al futbol tras la destitución de Ranieri. Hasta Vardy, señalado como el primer conspirador contra del italiano, reencontró el camino.
Shakespeare siempre estuvo ahí. Llegó al pequeño club inglés en 2008 y sólo dejó al equipo en un breve período entre 2010 y 2011, para volver ahora con sueños de grandeza, como lo lleva inscrito en el nombre.
¿Será acaso que el gran dramaturgo vive en la mente del entrenador?
Aprovecho para mandar un saludo a mi padre, quien hoy cumple años y cuya voz siempre se aparece justo cuando necesito respuestas.
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