Familias separadas, una realidad que se está viviendo. (INTERNET)
Una mujer estadounidense que decididamente votó a favor de Donald Trump en las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos, ahora tiene que enfrentar la deportación de su esposo mexicano, quien ingresó ilegalmente a ese país hace 20 años.
"[Donald Trump] dijo que las personas buenas no serían deportadas", se lamenta la esposa de Roberto Beristain, quien está a punto de ser deportado debido a las nuevas políticas migratorias impuestas por Trump.
Beristain es dueño de un restaurante de carnes. Vivía en Indiana con su esposa, Helen Beristain, y sus tres hijos. Llegó a Estados Unidos en 1998 y dos años más tarde recibió una orden de deportación voluntaria, emitida por un juez de inmigración de Nueva York luego de que el mexicano y su familia cruzaran la frontera hacia Canadá durante un viaje que hicieron para visitar las cataratas del Niágara, y en donde detuvieron a Roberto porque no llevaba la documentación requerida.
En ese entonces Roberto decidió ignorar la orden porque su esposa estaba embarazada. Pasó el tiempo y no volvieron a tomarse acciones en su contra. Más tarde, el mexicano obtuvo un permiso de trabajo y ahora, no sólo nunca ha faltado a una cita con inmigración, también tiene una licencia de conducir y su tarjeta de seguridad social.
Sin embargo, el pasado 6 de febrero, al presentarse a su cita con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Berstain fue detenido y ahora será deportado esta semana.
"No queremos tener cárteles aquí. Uno no quiere que haya drogas en las escuelas secundarias ni asesinos a su lado, quiere sentirse seguro cuando sale de casa. Por eso voté por el señor Trump", insiste Helen, quien dice que creía que sólo deportaría a los criminales y delincuentes buscados por la policía, no a todas las personas indocumentadas.