Importante. Los monumentos son parte de la identidad de los laguneros, dice José Luz Ornelas, sociólogo e historiador. (EDITH GONZÁLEZ)
Los laguneros conciben a los monumentos como parte de su identidad, de ahí la importancia de su preservación.
En el libro "Referentes Identitarios de lo Lagunero" se describen algunos monumentos y edificios con los que se identifica la ciudadanía lagunera y como ejemplo cita al monumento por el cual se le dio el nombre a esta ciudad, "el torreón".
"Los monumentos forman parte de la identidad regional, cuando se destruye un edificio, una casa antigua o un monumento, están dándole en la torre a esta parte de la identidad que es muy propia", dice el doctor José Luz Ornelas López, sociólogo y especialista en historia, quien participó en el libro con el capítulo "El Constructor Histórico Social de la Identidad Territorial de los Laguneros".
Sobre el torreón describe en el libro lo siguiente: "Y como para dejar claro que aquí comenzó la vida de Torreón, las nuevas generaciones se han dado a la tarea de rescatar en el mismo sector del mercado de La Alianza, el torreón distintivo que el administrador de la antigua hacienda Andrés Eppen levantara en 1879 (...) Al no haber algún otro indicador en la desolada llanura, terminó por darle más adelante el nombre del "torreón" al lugar por ser la única construcción fuerte que había".
El especialista dice que un pueblo sin identidad es un pueblo sin valores regionales, "y un pueblo sin identidad está perdido", de ahí la importancia de la conservación y mantenimiento de los monumentos.
El reciente retiro de el torreón, construido en 1974, causó indignación entre historiadores, líderes de opinión y la ciudadanía en general, quienes lamentaron que la autoridad no haya hecho una previa consulta.
Sin embargo, el ayuntamiento de Torreón prometió regresarlo a su sitio una vez que concluyan las obras de la estación del metrobús. No obstante, por el retiro de otros monumentos que no han sido repuestos, la respuesta no fue convincente.
José Luz Ornelas, considera que el torreón debe regresar al lugar que ocupó durante más de 40 años, pues es ya un referente identitario.