"Quien tiene luz propia incomoda al que está en la oscuridad"
Los fans terminamos pensando que los medios y sobre todo los federativos consideran que somos poco menos que retrasados, por la forma como se manejan los últimos tristes detalles del lastimado entorno donde se ratifica que la finura, es una actitud y -ésta no es factor que está de más. Don Decio encabeza el grupo de manipulación y la FMF muestra de frente y ante todos que se ratifica lo que se presentía desde siempre, que el deporte no es prioridad, ni siquiera la imagen, solamente lidera el negocio.
La falta de respeto a los jueces se ha dado como acto repetitivo. Los jugadores insisten tratando de engañar, protestan de todo, aún cuando haya flagrancia en sus faltas y no tienen reparo en descalificar las marcaciones con cortes de manga e insultando a la distancia, haciendo muecas y gestos cinematográficos para que sus seguidores les apoyen pasando de victimarios a víctimas, lo que deja en la soledad al árbitro, que a su vez manipulado por sus jefes, limita su propia actuación, que es prostitución de las reglas en beneficio del supuesto espectáculo, tratando de darle una fluidez deseada pero rebajando su propia libertad y su dignidad.
Envalentonados, los jugadores han pasado de la acción fuerte a la violencia desatada y a las reacciones cada vez más pronunciadas.
Por ello nadie puede entender la actitud de Pablo Aguilar, cuyo espantoso ejercicio de insensibilidad lo envió a la horca pues su actuación lamentable, de la que debe estar muy arrepentido, no deja lugar a dudas con mil repeticiones en tv o la de Triverio, que se deja llevar por el impulso y comete un burdo empujón. Y eso que estos penosos temas ocultaron la violencia del mismo Sambueza, que envió al quirófano a Brizuela o la de Orozco, el depredador que hirió de gravedad al joven Lozano.
Ahí es donde aparece la mano santa de Decio, porque obligan a González Iñárritu a modificar el tono de la cédula arbitral, que cuando llega a la Comisión Disciplinaria está matizada y a pesar de dos mil repeticiones las sanciones son para la risa popular a bien para que los fans sigamos pensando que somos todos hombres convencionales, sin educación, sin experiencia, casi ciegos o bien sometidos como lacayos feudales, porque la FMF lo atribuye, cuando ya se hizo la reforma de los castigos, a "diferencia de criterios o de opiniones" pero solamente hasta después que el arbitraje con su paro, puso a temblar el negocio millonario.
Ahora mismo, todos los jugadores saben ya que ya no serán las cosas igual y estarán cuidando cada intervención, esperemos.
Mantenerse digno es costoso, se garantiza la pérdida del empleo y el desprecio pues el patrón es intocable y casi perfecto, es por ello que el valor de los árbitros es plausible, respetable y admirable, aunque saben bien todos que en su momento vendrá la revancha y la reacción, como igual habrá funcionarios que tendrán que irse, arrastrados por este fenómeno.
Quien más gana es la Tv por su inmediatez para la información, lo que no se tolera es que algunos supuestos líderes de opinión incluyan en su argumento la triste exposición de su traumas, de sus fantasmas y hasta de sus demonios para burlarse y descalificar o golpear de rebote a los equipos o dueños que no son de su simpatía y muestren un desprecio que los dibuja como personas, que no deben, como una especie de daño colateral, olvidando tal vez que siempre, el tiempo descubre la verdad.
