Espacio público. El Municipio informó que no tiene recursos para rehabilitar la Alameda. (Ramón Sotomayor)
La Alameda Zaragoza es de los espacios más democráticos y emblemáticos de Torreón, pero también es de los más descuidados en términos de infraestructura, vandalismo, abatimiento de áreas verdes.
Aldo Villarreal, presidente del Colegio de Arquitectos de La Laguna, consideró que en la actual administración municipal se invierte en temas menos prioritarios y "esperan hasta que se caigan las cosas para rehacerlas".
Señaló que el tema de la rehabilitación de la Alameda es algo "tortuoso", pues la espera ha sido larga. Indicó que incluso la Junta de Conservación del Centro Histórico no ha vuelto a convocar a sesión desde junio del año pasado, cuando se revisó el proyecto para remodelar este paseo, que causó que voces de la sociedad civil se alzaran exigiendo un plan adecuado y que tomara en cuenta a la ciudadanía.
"La administración municipal parece tener sus prioridades y no cumple con lo básico", dijo, y respecto a las declaraciones del titular de Obras Públicas, Gerardo Berlanga, de que aún se encuentran en la fase de gestión de recursos, indicó que "hay una falta de capacidad de gestión de recursos para tener decentes los espacios públicos".
En un diagnóstico inicial del Instituto Municipal de Planeación y Competitividad (Implan), se indicó que la Alameda presenta "una pérdida paulatina del patrimonio por deterioro estructural, derrumbes y sustitución".
IDENTIDAD
Carlos Castañón Cuadros, historiador, explicó que la Alameda obtuvo este nombre luego de que en 1898 Joaquín Serrano compró la manzana a Feliciano Cobián para ofrecerla como un pulmón a la población, donde fueron sembrados álamos que se trajeron de Chihuahua.
"Torreón era una población urbana, aún no era nombrada ciudad, tenía un Gobierno municipal modesto, ni el alcalde ni los regidores percibían sueldo, no había recursos, entonces la gente aportaba para obras de beneficio común", manifestó.
Refirió que la mayoría de los álamos y pinos históricos ya no están, pero en su momento, la gente ayudó con la plantación de más especies, al grado de que el espacio era muy oscuro debido a la gran cantidad de árboles y la sombra de éstos, lo que le convertía en el "paseo porfiriano por excelencia".
Castañón señaló que la Alameda cuenta con tres elementos históricos muy importantes y que presentan un descuido considerable: la Fuente del Pensador, las columnas de la Independencia y las columnas de 1914 en las esquinas, de la Revolución Mexicana.
Consideró que en el Implan se llevan a cabo muy buenos análisis, pero las dependencias ejecutoras, como Obras Públicas, no los toman en cuenta.
"El mejor ejemplo es la Alameda", indicó.
